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Cruzando el lobby elegante con escalinatas de rojas alfombras de la Fundación Helmut Newton, en el museo de fotografía situado en Berlín que compila y celebra la obra del fotógrafo homónimo hasta abril de 2012, se podrán apreciar 300 polaroids que componen una muestra retrospectiva y que inspiraron su libro más reciente publicado por Taschen. Esas tomas de los años ‘70 no sólo le permitían calcular la luz y la composición de los cuadros, también funcionaron como bitácora para sus impresiones, locaciones, la belleza de las retratadas. De algún modo remiten a su metodología de anotaciones y bocetos previos en un cuaderno y a la afirmación: “Mi inspiración proviene de lo que veo en el mundo, la gente, los lugares y las noticias de los periódicos, acostumbro tomar notas en un cuaderno y después hago una puesta en escena rigurosa de esas anotaciones”.

En un recorrido arbitrario por su manual de estilo se impone un paneo con referencias visuales y artificios de moda, usos y costumbres que se inician con un primer plano a la modelo y diseñadora de joyas Elsa Peretti en su casa de Nueva York circa 1975 y con un atuendo diseñado por Halston; continúa con tomas panorámicas de una modelo ataviada con un vestido de Marc Bohan para Dior (ella tiene el cuerpo inclinado hacia adelante y parece estar decidida a arrojarse desde la terraza de un rascacielos), rebobina a los interiores del Hotel Oscar Wilde (donde entre muros floreados y muebles color caoba, una mujer y su desnudez aparecen irradiadas con un negligeé rosa y con tacos color plata). Y, como una síntesis de su mirada emerge la foto más representativa del estilo Yves Saint Laurent y su versión del traje femenino: año 1975, en un callejón parisino en blanco y negro, una modelo lleva un traje gris a rayas finas y una blusa gris perla con jabot, el pelo tirante y con laca para varón, la mano izquierda en el bolsillo, mientras que la derecha sujeta un cigarrillo. A su lado posa otra modelo en topless. Admite también sus célebres retratos de personajes “famosos e infames”, como solía calificarlos, que integraron distintos tomos de la serie fechada en 1990 y apodada Helmut Newton’s Illustrated No 1 (Sex and Power), Helmut Newton’s Illustrated No 2 (Pictures from an Exhibition), Helmut Newton’s Illustrated No 3 (I was there), Helmut Newton’s Illustrated No 4, que en 2000 fueron reeditados en una edición de obras completas por Schirmer-Mosel.

Hace lugar al desfile de personajes que frecuentaba el Chateaux Marmont –el hotel de Los Angeles que cobija a estrellas de cine y con el cual Newton se estrelló literalmente con su auto en el accidente que provocó su muerte–. Se documentó en los libros VIP/Very Important Portraits, 1992; Naked & Dressed in Hollywood, 1992; Eroticism in the 20th Century y The Artificial of the Real. El colmo entre las ediciones de lujo fue el libro de tamaño maximalista llamado Sumo, lo más parecido a una enciclopedia con tamaño y funciones de una mesa de café. En 1990, cuando los Newton empezaron a vivir entre Montecarlo y Los Angeles, los retratos oscilaron entre tomas de ese principado con otras de los falsos príncipes de Hollywood.

Corresponde precisar que “los lugares” fueron para Newton interiores de hoteles de lujo, rascacielos de Nueva York, recreos de Saint Tropez, lujosos hogares de París, Los Angeles y Montecarlo y la gente: modelos, personajes de la alta sociedad, celebridades y personalidades. Newton predicó el regocijo ante los artilugios del mundo de la ortopedia: ornamentó a supermodelos con gorgueras medicales, cuellos y piernas ortopédicas matizadas con stilettos. Algunas versiones indican que en sus inicios Newton tomó clases con un fotógrafo especializado en desnudos. Como toda la obra de Newton, el libro y la muestra fueron realizados bajo la mirada atenta de June, su musa y esposa, quien abordó una carrera fotográfica con el seudónimo “Alice Springs”.