Viernes, 6 de enero de 2012 | Hoy
MUESTRAS
Estado de gracia es la última exposición en la que Schussheim –artista plástica, escenógrafa, vestuarista e ilustradora– presenta obra nueva: dibujos, pinturas y fotografías pintadas con acrílico; todo fruto del trabajo de 2011.
Por Laura Rosso
Renata Schussheim en estado de gracia. ¿Cómo es eso? Algo parecido a la felicidad provocada por dibujar, pintar, crear. Pequeños momentos, casi suspiros, dice Renata, en los que siente que hace lo que le gusta. De esas experiencias iluminadas por la gracia del arte, Renata –una minuciosa observadora– pintó y dibujó sus (otros) mundos imaginarios. Y los hizo realidad una vez más.
La muestra en la Galería Nuevo Mundo presenta dibujos con fondos oscuros, como la serie Nocturno, y otros con fondos claros, como Vestidos de noche, Playa y Junto a ti. También una serie de retratos inspirados en cuatro personajes. Para esos trabajos Schussheim contó con la complicidad del fotógrafo Gianni Mestichelli, quien tomó las imágenes para que luego Renata trabajara sobre ellas. Fueron tres los personajes que posaron, todos grandes amigos de Schussheim: Totó, payaso del Cirque du Soleil; Facundo, maquinista del Teatro Maipo y actor; y Jean-François Casanovas, su muso inspirador.
En todos sus cuadros hay fondos consistentes, como los dorados, otros más livianos, como los claros, algún fondo rojo y muchos intrigantes y oscuros que dejan habitar en esas fotografías pintadas a estos seres. “A partir de esas fotos, que fueron muy neutrales en un comienzo, la pintura generó otra cosa, una representación que adquirió otras significaciones con más carga”. Renata dice ser muy consecuente con los temas de su obra, a los que vuelve una y otra vez. Los gorros en las cabezas, bonetes o con pompón, gorras de bañistas o sombreritos; también los perros con piernitas, manos y pancitas humanas que se agarran delicadamente de las personas que los sostienen, “casi como una vibración, como una aproximación a un gesto”, describe.
A esos trabajos de este año, Schussheim suma las Miniaturas (o sus “sueños recurrentes con paisajes de playa”, dirá). Son cajitas de acrílico que encierran en su interior collages de “dimensiones distintas, donde se pueden ver pájaros enormes con gente chiquitita que soñé toda mi vida”. Y a las que hay que acercarse bastante para observar los detalles. Algunos con motivos religiosos y místicos, como Mellizas o Santa Teresita del Mar, con estampitas muy antiguas y delicadas donde se plasman las manchitas del tiempo, y otras humorísticas, como Se nos fue Rosita, Bañistas, o Elevación, con pájaros de dimensiones desorbitadas y personitas muy chiquitas en volumen que vuelan disparadas por el aire y que Renata recolectó en sus viajes por el mundo.
Otros cuadros: El loro, mensajero celestial que llega desde otro lugar y se acerca a una mujer envuelta en telas; Familia tipo, donde está el germen de un retrato de familia, pero que enseguida dispara otras significaciones, y El poder de esa mirada, “toda gente inventada por mí”, trabajos en los que utiliza “un mix de materiales”: lápices de colores, acrílico, témperas. Todos dan cuenta de la plenitud y la iluminación de esta artista con aura propia e inconfundibles trenzas color rojo infinito, que provee como una diosa de la abundancia cuadros que devuelven miradas intensas, pieles casi transparentes y enigmas sombreados.
A Renata le encanta el momento de ponerles nombre a las obras. Lo disfruta y se ríe. Cuenta además que el color entró “muy de a poco, muy suavemente” y destaca: “Soy más dibujante que de la pintura, más de línea que de la pincelada. Me encanta ver las pinceladas en otros porque te da mucha libertad. La línea tiene que ser más precisa y pasa por otros resortes intelectuales y emocionales.”
La exhibición de su obra se completa con la presencia de la música que Damián Laplace creó especialmente para esta ocasión. Genera un clima y un estado de ánimo que encierra mucho de misterio. Recorrer la muestra escuchando los sonidos del piano agrega un plus a esta experiencia de visitar el mundo de Renata en estado de gracia. “La gracia del arte es interpretar, que cada uno interprete lo que quiera. Eso es lo que completa el cuadro, la mirada del espectador. Que cada uno proyecte sus películas personales sobre el cuadro”, dice. Luego calla y no revela nada más.
Estado de gracia. Renata Schussheim
Mundo Nuevo Gallery Art
Av. Callao 1870. Lunes a viernes de 11 a 20
Hasta el 15 de enero
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