1.000.000 de mujeres se desempeñan en la Argentina como trabajadoras domésticas, según relevó el Centro de Estudios Mujeres y Trabajo (Cemyt). De ese total, el 85 por ciento lo hace en condiciones informales, un porcentaje sólo comparable a la situación de los trabajadores rurales. El Indec aporta números similares al registro, con tasas de informalidad del 81,41 por ciento para el segundo trimestre de 2012, que representa 654.051 personas en esta situación. La actividad involucra a casi el 10 por ciento del mercado de trabajo, con un índice de empleo no registrado mucho mayor al del mercado en general, que llega al 31,61 por ciento, de acuerdo con un relevamiento de Fernando Groisman y Eugenia Sconfienza, investigador y becaria del Conicet, en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el Indec en forma trimestral. El 38 por ciento de las mujeres que trabajan en este servicio son jefas de hogar, con unos 303.000 grupos familiares que perciben como ingreso principal el sueldo de empleadas domésticas.