Viernes, 30 de agosto de 2013 | Hoy
TECNOLOGíA
En el contexto de la Hacks/Hackers Buenos Aires Media Party, evento que reúne a periodistas, programadores de software y diseñadores de tres continentes, cinco mujeres referentes del periodismo tech a nivel mundial conversan con Las12 sobre el presente y futuro de los medios de comunicación.
Por Guadalupe Treibel
Que las innovaciones tecnológicas han reconfigurado la forma en que la gente vive no es novedad ni sorpresa. En su multiplicidad de formas y aplicaciones, tablets, apps, programas, teléfonos inteligentes, redes sociales y software de punta cruzan la realidad cotidiana de pies y cabeza, y más de un patidifuso abrumado ya pide ayuda para sacudirse el polvo de antaño y estar a tono con los tiempos que corren. En esa línea de reajuste, de barajar y dar de vuelta, de reinvención y reseteo, está el periodismo actual. Para demostrar que, en efecto, las herramientas tech están al alcance de la mano y son necesarias al momento de pensar productos de excelencia llegó –por segundo año consecutivo– la Hacks/Hackers Buenos Aires Media Party, un evento productivo y gratuito de tres días que reúne a periodistas, programadores de software y diseñadores de tres continentes con un objetivo: afilar el futuro de los medios.
Organizado por el capítulo local de Hacks/Hackers, red global que intenta acelerar la innovación y resolver problemas apelando al concepto “Do It Yourself” (Hazlo tú mismo) y que cuenta en Buenos Aires con más de dos mil miembros, la dinámica de los encuentros se basa en charlas, experiencias y talleres sobre la cadena de producción del periodismo de datos, el periodismo ciudadano, las utility news y las aplicaciones sobre datos abiertos, por mencionar unos pocos tópicos. Además, la edición 2013 –con cita desde ayer jueves hasta el 31 de agosto en Ciudad Cultural Konex– tiene el (implícito) bonus de contar con referentes femeninos de peso en lo que a periodismo tecnológico se refiere.
Así, de cara a su visita a la Argentina, cinco expertas internacionales en distintas áreas de la materia conversaron con Las12 para echar luz sobre la influencia de las redes sociales, el software libre, los datos abiertos, la cultura colaborativa, las nuevas narrativas, los límites y oportunidades de la cultura online y la necesidad de reforzar la presencia de mujeres en sectores clave. Ojo, no son los únicos talentos femeninos que engalanan la Media Party: además de Miranda Mulligan, Jacqui Maher, Erika Owens, Sonya Song y Mariana Santos (bios e interviús, abajo), están presentes la cofundadora de PublicLab Shannon Dosemagen, la desarrolladora web Annabel Church, entre tantísimas figuras del globo.
Pero antes de charlar con ellas, el periodista –y amigo de la casa– Mariano Blejman, cofundador de Hacks/Hackers BA, coorganizador de la Media Party y Knight Fellow del International Center for Jounalists ofrece las razones de peso por las que el venidero encuentro no sólo es importante sino ineludible...
–La gran apuesta de la Media Party es lograr transmitir a medios y a profesionales de la región el espíritu de innovación y búsqueda, la generación de equipos interdisciplinarios y los estándares abiertos. El desafío principal es mantenerse como un espacio de referencia, y generar impacto en medios tradicionales y nuevos medios. Después están los desafíos logísticos: traemos 30 invitados internacionales, vamos a tener 50 workshops funcionando en paralelo y 70 proyectos en la feria, y esperamos el hackatón más grande de la región. Queremos poner a Buenos Aires en el mapa de la innovación a nivel global.
–A nivel local, la comunidad de hackers y periodistas con ambición de trabajar con datos es cada vez más grande. La diferencia con los países desarrollados es que ellos tienen un ecosistema de innovación más aceitado, con aceleradoras, con donantes grandes y con organizaciones –como Mozilla Foundation– que apuestan a los medios como un espacio de generación de estándares abiertos.
–En Argentina y en América latina hay muy poca interacción. Pero estamos ante la famosa figura del palo de hockey, que es chatito, chatito hasta que, de repente, explota. Va a ocurrir de forma natural, y aquellos que no inviertan en innovación van a empezar a perder valor como objetos de consumo y de servicio.
–Con el “Hazlo tú mismo”, unos pocos recursos y un par de amigos, podés llegar lejos y cambiar la forma de entender el mundo.
–Diría que fue una serie de coincidencias con una serie de tendencias. Por un lado coincidió que trajéramos a Jacqui Maher y Mariana Santos, que están trabajando en la misma Knight Fellowship que yo, pero el resto –como Sonya Song, Annabel Church– están en el programa de Open News. Sin dudas es impresionante la presencia de mujeres en la Media Party. Hay una combinación de factores y una inmensa alegría con la certeza –diría Dárgelos– de que si vamos por este camino la banda va a seguir creciendo.
Periodista, estratega en diseño, editora del medio virtual Evening Edition y jefa del Northwestern University Knight Lab –equipo que reúne distintas disciplinas para trabajar la innovación de avanzada en media y noticias–, la norteamericana Miranda Mulligan es sinónimo de éxito y vanguardia. Afilada y precisa, la mujer que lideró el rediseño digital del Boston Globe (que, por cierto, levantó olas y es considerado uno de los mejores sitios de noticias del mundo) llega a Argentina con varios fines: dar un taller de diseño de herramientas de software para la investigación periodística, charlar sobre las bondades de Knight Lab –la organización que encabeza–, beber (¡mucho!) café, laburar comunitariamente con colegas. Antes de su llegada a Argentina, conversa con Las12 sobre lo que mejor conoce: el periodismo del futuro.
–En mi opinión se debe principalmente a dos cuestiones. Por un lado, al efecto que Internet ha tenido en los modelos de negocios tradicionales, que ha ilustrado significativamente las diferencias entre los medios impresos y los digitales. Este es un hueso difícil de roer: tenemos una larga tradición de apoyo a través de publicidad gráfica, modelo de negocios que se ha aplicado en forma similar a la tecnología digital y que no está funcionando. La otra cuestión es la pobre comunicación entre los grupos de periodistas y los grupos de tecnólogos informáticos que han trabajado en silos diferenciados en vez de unificar esfuerzos. En un mundo ideal, los equipos de desarrollo de producto estarían profunda y significativamente integrados a los equipos editoriales. Así, los programadores aprenderían más acerca del rol central que el periodismo juega en la democracia, y los periodistas desarrollarían un vínculo más significativo con colegas que pueden ayudarlos en su transición hacia el conocimiento digital. Si bien hoy por hoy se trata de dos sectores distintos, eventualmente llegaremos a un periodismo tecnológico unificado.
–¿Cómo te comés un elefante? Un bocado a la vez. Sentirse abrumado puede resultar paralizante, por eso hay que empezar con pequeñas mordidas. El primer paso sería pensar lo que hacemos desde una perspectiva puramente digital. Todavía son muchos los profesionales que escriben notas con la mente seteada en el papel, obviando los links o el uso de fuentes que normalmente se aplican en la web. Si escribiésemos con la intención de publicar primero en un portal y, en segunda instancia, en papel, las historias serían más cercanas a la forma en que se lee en la web, y sospecho que habría un beneficio colateral: menos editores y escritores se sentirían amenazados por Internet. Es momento de que todos los periodistas entiendan que los datos pueden contar una historia, que la participación en redes sociales es parte de sus trabajos como comunicadores, que saber cómo funcionan los navegadores o el HTML o el CSS permite comprender las posibilidades y limitaciones de la web.
–Sí, y es esencial en muchos sentidos. Porque entender tanto el potencial como las limitaciones de cada medio –sea la web, el papel impreso, la televisión o la radio– nos permite maximizar las oportunidades que dicho medio nos brinda.
–No. Estamos en un momento de quiebre de nuestra historia, donde todo está siendo reevaluado. El polvo se va a asentar, pero todavía no hemos llegado a esa instancia.
–De ideas sobre diseño y de pensadores de diseño.
–El buen diseño no es arte. El buen diseño genera empatía, no pasa desapercibido y mejora la comprensión del lector. El diseño inteligente ayuda a resolver problemas o revela maneras nuevas o más articuladas de presentar la información.
–Necesitamos mejor tecnología para la creación, el management y la entrega de las notas. Además, la industria tiene que encontrar la manera de sentirse cómoda alrededor de algoritmos y computadoras.
La portuguesa Mariana Santos es pionera en el uso de animaciones gráficas para contar historias, becaria del Knight International Journalism Fellowship y creadora del proyecto Chicas Poderosas –plan que busca incentivar la presencia de mujeres desarrolladoras de software, diseñadoras, periodistas, ilustradoras, productoras de cine, etc., en el medio y formar en scrapeo, uso de datos y generación de informes de impacto mediante técnicas narrativas visuales–. Tras trabajar en uno de los medios más consultados y levantados del mundo, el británico The Guardian, la licenciada en Diseño de la comunicación y Diseño industrial –que ahora desempeña tareas en La Nación-Costa Rica– repasa algunas de las ideas que la han convertido en un referente.
–Pensar nuevas narrativas y cómo comunicarlas al público. América latina tiene un largo camino por recorrer en lo que a la Visual Story Telling se refiere; por eso, a través de un taller y una conferencia, intentaré que la gente piense con imágenes.
–Así es. Mi objetivo es atraer a las mujeres a la tecnología porque todavía es un mundillo de hombres y, en muchos casos, las chicas no se sienten cómodas y deciden dar un paso al costado. Ofreciéndoles un ambiente afable donde compartir su know-how, procuro quitarles el miedo, que intervengan con sus experiencias y trabajen codo a codo con varones. Querer es poder: hay que luchar contra la sensación de inferioridad como mujeres y como latinoamericanas, porque hay aptitud y hay talento. Y si no avanzamos, nos cerramos el camino nosotras mismas... En The Guardian, por ejemplo, yo era la única mujer dentro del equipo interactivo y, como project manager de ciertos proyectos, hacía la comunicación con otros equipos multimedia y con los editores. En mi labor comprendí que las mujeres somos mejores para comunicar y organizar, somos grandes facilitadoras y sumamente multitasking.
–Organizamos eventos en Chile y Costa Rica, con días de capacitación y entrenamiento, brainstorming y presencia de personajes femeninos fuertes de distintos medios. El próximo paso será Bogotá. Hasta entonces, en el contexto de la Media Party, haremos lo propio: incentivar a las mujeres para que innoven.
–El tipo de narrativa visual se elige en base a lo que se quiera comunicar y la noticia involucrada. Si tenemos una base de datos que queremos ofrecer al usuario para que éste la explore, no podemos darla en Motion Graphics sino en un interactivo. Distinto es el caso de una historia casi lineal, que hay que adelantar con un teaser para que el lector decida si es de su interés o no.
–Con el periodismo “antiguo” (y digo “antiguo porque en Europa casi no se venden copias de papel), un profesional de renombre escribía y todos lo seguían. Actualmente hay tantas opciones para los usuarios que necesitamos hacer un trabajo premium y reinventarnos constantemente para atraer su atención. Por suerte, las redes sociales nos han ayudado a conocer a las audiencias y saber qué les interesa.
–Como es caro imprimir pocas unidades y cada vez se compra menos, diría que se volverá un producto ABC1, para ricos.
Jacqui Maher trabaja como editora asistente de noticias interactivas para uno de los medios más prestigiosos del globo: The New York Times, ni más ni menos. Elegida por el pope Aron Pilhofer (cocreador de DocumentCloud.corg y Hacks/Hackers) para formar parte de su equipo, la mujer –que, además, suma degrees en filosofía y matemáticas– ganó merecidas loas por dirigir la cobertura interactiva de las últimas Olimpíadas. Auténtica convencida de que el futuro ya está aquí, la talentosa Jacqui explica con paciencia y diligencia cómo es ser mujer en el campo que aúna periodismo y tecnología, repasa sus logros y adelanta cuál será su participación en la Media Party.
–Sí, nuestro equipo ha crecido tanto en tamaño como en diversidad, y ahora incluye a talentosas colegas como Tiff Fehr, Anjali Bhojani y Brittany Storoz. Eso no quita, sin embargo, que el campo siga siendo dominado por hombres. He tenido la suerte de trabajar con gente que siempre me ha valorado por mis ideas y habilidades, pero a menudo se vuelve un tanto solitario ser la “extraña” o la “diferente”. Por suerte, las cosas están cambiando; el campo se está abriendo...
–No es un tema de visibilidad: hay menos mujeres que hombres en tecnología. He leído todo tipo de teorías al respecto y todas concuerdan en lo siguiente: los hombres tienden a estar más expuestos a las computadoras desde niños y eso les da una ventaja diferencial en las clases de Informática del colegio y la universidad. Cuando las chicas hacen su primer acercamiento en la facultad se encuentran con que las aulas están llenas de muchachos expertos en programación y la escena les resulta intimidante. Es más: les hace creer que nunca estarán a la altura porque ellos son “naturalmente” buenos en la materia. Afortunadamente mucha gente está accionando para que las niñas estén más involucradas en las ciencias duras, en especial la computación.
–Posiblemente, pero el diario me ha dado otras oportunidades buenísimas: dar charlas sobre criptografía y enseñar a periodistas a proteger a sus fuentes; trabajar con resultados en las noches de elecciones; desarrollar infraestructura y procesos de automatización para que los servidores funcionen fácil y rápidamente; ayudar a que los lectores conecten con las agencias adecuadas durante desastres naturales...
–Este trabajo en Malawi es el ejemplo perfecto sobre cómo la tecnología aplicada ayuda a mejorar vidas. Porque más allá de los desarrollos increíbles que se están llevando a cabo en software y hardware, lo importante no es la tecnología en sí sino la manera en que puede facilitar un trabajo, volviéndolo más veloz, barato y preciso.
–Voy a dar una charla llamada “Demasiada información”, porque honestamente pienso que es el mayor problema que transitamos al navegar la web. A veces yo misma siento que me ahogo en data, que me sobrepasa... ¡y eso que soy una adicta a las noticias que trabaja en una de las redacciones más grandes del mundo! También voy a estar coordinando el workshop “Hacking the beautiful game”, sobre visualización de información de deporte.
Ferviente creyente del open source, el periodismo, la justicia social y el feminismo, la joven norteamericana Erika Owens no sólo es la community manager de Knight-Mozilla Open News (organización que ubica a sus becarios especialistas en tecnología en redacciones con el objeto de desarrollar proyectos open source y fortalecer la práctica periodística), también es la coorganizadora del evento Hacks/Hackers en su capítulo Filadelfia.
–Comenzamos dos años atrás, en 2011, convirtiéndonos en una de las casi 40 ciudades del mundo donde se realizan estos encuentros. Como la comunidad tecnológica en Filadelfia se estaba volviendo muy activa y la periodística estaba involucrándose cada vez más en tecnología, nos pareció el momento propicio para reunir a ambos grupos.
–Para aprender y enseñarnos los unos a los otros. Si bien en Filadelfia existían encuentros tech, eran muy específicos, con un lenguaje de programación avanzado que dejaba afuera a quienes recién empezaban a involucrarse. Nuestra intención es aunar variopintas habilidades y distintos niveles de experiencia, incentivando la colaboración, sea a través de reuniones, entrenamientos o hackarhons.
–La respuesta no es tanto una habilidad tecnológica en particular o un lenguaje de programación sino una forma de pensar. Un periodista debe ser consciente de las maneras en que la tecnología puede hacer su trabajo más sencillo, cómo puede ayudar a que visualice y comparta sus investigaciones, o el modo en que maneja los datos. Lo primero y principal es que pueda responder una pregunta simple: “¿Esta tarea debería hacerla una computadora o un ser humano?”. Ese es el puntapié inicial para pensar como un tecnólogo.
–Totalmente, necesitamos diversidad de género, raza, edad, clase social y educación en los nuevos espacios porque, de lo contrario, va a ser imposible cubrir los intereses de toda nuestra comunidad. Las redacciones necesitan reflejar la heterogeneidad de nuestra sociedad.
–Lamentablemente, en Estados Unidos el número de mujeres que estudia carreras en informática sigue siendo muy reducido. Todavía pesa el prejuicio de que este tipo de saberes no se condice con los intereses femeninos. Así y todo, hay una pieza importante en la ecuación que no tiene que ver exclusivamente con la universidad: la tutoría.
–Voy a estar hablando del apoyo comunitario y acerca de cómo organizar un Hack Day.
Además de fabulosos títulos –una maestría en Ciencias de la Computación de la Universidad de Tsinghua en Beijing y un master sobre Filosofía en Periodismo por la Universidad de Hong Kong–, Sonya Song suma envidiable experiencia en el campo del periodismo tech. Periodista, diseñadora gráfica y desarrolladora, esta Knight-Mozilla Fellow –que actualmente desempeña tareas en The Boston Globe– comparte sus ávidos campos de interés e investigación, mientras reflexiona acerca de las necesidades del periodismo actual.
–Además de dar talleres sobre software útil, hablaré de dos tópicos en los que he estado trabajando: el primero es la censura en los medios online en China. El segundo tiene que ver con cómo se perciben los artículos del The Boston Globe a través de su página de Facebook, que sirve para ver si las intenciones del medio están alineadas con los intereses del lector. Analizando factores como el tamaño de la imagen, la hora del día en que se publica la nota o la forma en que se etiqueta la noticia, explicaré por qué algunas historias atraen más interés que otras, se comparten más y tienen mayor circulación.
–Te doy algunos ejemplos: usar palabras sencillas, de pocas sílabas, atrae al lector; news con bonitas imágenes o paisajes se comparten más; las historias con final feliz o de resolución de problemas también son muy solicitadas.
–Es importante que las generaciones más jóvenes sepan analizar data, diseñar o manejar programas de análisis, etc. El valor diferencial de las viejas generaciones es su experiencia, sus buenísimas conexiones y sus fuentes exclusivas; la nuestra tiene que ser el uso de las nuevas tecnologías porque hoy en día, con la Social Media, todos pueden ser periodistas.
Y como todos pueden escribir una historia, hay que desarrollar más y mejores capacidades para diferenciarnos de los lectores: saber cómo usar herramientas para recolectar data de –digamos– Twitter, o incluso ser capaces de escribir un programa para hacerlo. Esa es la forma de estar por encima del promedio. l
Hacks/Hackers Buenos Aires Media Party se realiza del 29 al 31 de agosto en Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3131, Capital Federal. Para inscribirse o informarse acerca de talleres, conferencias, el hackatón, la media feria, los invitados internacionales, días y horarios, ingresar a mediaparty.info.
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