¿Pedir de regalo de 15 hacerse las lolas en un quirófano? ¿Afrontar una lipoaspiración a los 17? Nada de eso estaría permitido si se aprueba un proyecto de ley, presentado por la diputada Mara Brawer (FpV) de “Restricción de las cirugías estéticas en personas menores de edad”, que prohíbe realizar intervenciones plásticas en niños/as y adolescentes. La iniciativa no incluye en la limitación a las cirugías reconstructivas, reparadoras, terapéuticas o de adecuación por identidad de género. “Este proyecto significa decir no a la homogeneización y a la imposición de patrones culturales que exigen un tipo de belleza inalcanzable para la mayoría de las personas. Pero también implica decirle sí a la aceptación y a la valoración del propio cuerpo”, resalta Brawer.

En un debate realizado en el Congreso, el 13 de marzo, el psicoanalista Juan Carlos Volnovich apuntó: “Este proyecto de ley rompe con la naturalización de las prácticas que conducen a cumplir con un ideal de belleza impuesto y que, en muchos casos, implica que las mujeres se sometan a la mutilación de sus cuerpos”.

El médico Armando Pomerane, especialista en cirugía plástica, reconstructiva y de quemados, explicó las razones para trazar un límite similar al del permiso para conducir: “Se estima que la madurez puberal en la mujer culmina a los 18 años. Para una cirugía estética se requiere del paciente la madurez corporal, además de una profunda reflexión propia y de su círculo familiar”. Mientras que Mirta Marina, coordinadora del programa Educación Sexual Integral del Ministerio de Educación, se animó a plantear que los pro y los contra de la iniciativa se analicen no sólo en el recinto sino también en las escuelas: “La polémica en torno de esta ley puede llevar a una reflexión de la comunidad educativa. De hecho considero que la escuela es un lugar para discutir esta ley y sus fundamentos”.