Hay quienes aseveran que María María (sí, sí, dos veces) Acha-Kutscher usa su arte visual para dar rostro al feminismo del siglo XXI y, de cara a su obra, no podrían estar más en lo cierto. Finalmente, esta dama –que naciera en Lima pero se asentase en Madrid– hace de la mujer el centro de un trabajo que refiere a su historia (inmediata y no tanto), su lucha por la emancipación, por la libertad, por la equidad, contra las construcciones estereotipadas de género. Y aunque María María garabatea en tablets 2.0 pergeñando retratos digitales (¿pop art?, ¿comic?) de muchachas valiosas, muchachas icono, su estilo mucho le adeuda a Emory Douglas –icónico miembro de las Panteras Negras–. Por la dimensión política de su trazo, por la intrínseca calidad artística de sus piezas, por la evidente intencionalidad de contribuir a la transformación social. Declarada feminista (única etiqueta con la que se siente a gusto), su más reciente trabajo así lo confirma: en Hecha en Latinoamérica –tal es el nombre de la mentada serie–, la doña ilustra/dibuja a mujeres que han forjado un espacio propio en industrias tradicionalmente masculinas. Mujeres reales, con nombre propio, como Ali Stone (DJ colombiana y productora, una de las compositoras de bandas de sonidos más jóvenes del mundo), Milka Duno (corredora de autos profesional de Venezuela) o Mare Advertencia Lirika (rapera de Oaxaca, México), entre otras. Nombres más y menos conocidos, que Acha-Kutscher busca instalar en el “relato oficial”, consciente de que “las mujeres somos el colectivo marginado más antiguo de la humanidad” o “si eres mujer, ¿cómo no eres feminista?”.

No es casual, entonces, que una de sus obras más festejadas sea Indignadas, donde la peruana se inspira en fotografías de periódicos de mujeres expresándose públicamente y las transforma en animada ilustración. “Cuando muestro a una mujer en plena acción política, estoy representado a una mujer empoderada que transgrede el espacio tradicional creado por el patriarcado. Mi trabajo cumple así una doble función: la de ser un objeto artístico que opera dentro de la institución arte y la de contribuir a los cambios sociales y políticos, especialmente en la mujer”, explica quien comenzó dicha serie en 2012 y, desde entonces, continúa ampliándola en pos de eternizar a las anónimas señoras y señoritas que participaron del movimiento 15M, las acciones de Femen, las protestas raciales por el maltrato policial a los afroamericanos en Estados Unidos, la manifestación tras el atentado a Charlie Hebdo, etcétera.