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En lo que es su debut, el sello Jirones de mi vida acaba de publicar un cuidado libro a través del que se homenajea a una serie de mujeres militantes de origen peronista cuya actividad se desarrolló entre 1946 y 1983. Nora Patrich, Roberto Baschetti y Facundo Carman son lxs autorxs del volumen prologado por Felipe Pigna, que reúne bellas fotografías, textos, biografías, afiches, poemas y cantos populares, al tiempo que da cuenta del protagonismo de algunas mujeres casi desconocidas en la historia de esos períodos.

Artista plástica y militante desde los ’60, Nora Patrich subraya: “Las machis, soldaderas, capitanas, curanderas, patricias, enfermeras, maestras y cocineras... –luego vinieron las ingenieras, médicas, filósofas, luchadoras, guerrilleras, sindicalistas, diputadas, presidentas–. Todas ellas columna vertebral de tantas comunidades y sociedades”, refiriéndose a las protagonistas de casi 40 años de historia argentina.

El primer período, 1946-1955, abre con un dibujo en blanco y negro de la pintora, un grupo de mujeres reunidas alrededor de un brasero, todas ellas con las inconfundibles características de su obra y de aquellos tiempos. Felipe Pigna señala en el prólogo que “la lucha de las mujeres por sus derechos cívicos y sociales se inició en 1896 con anarquistas como Virginia Bolten y socialistas como Gabriela Coni y Alicia Moreau”, pero, agrega, “fue durante el primer gobierno del general Perón, y gracias al impulso de Evita, cuando esos derechos pudieron ejercitarse efectivamente” en la Argentina.

Una fotografía inédita –varias son reproducidas por primera vez y pertenecen a colecciones privadas– muestra a una multitud de mujeres delegadas del Partido Peronista Femenino, reunidas en la quinta presidencial de Olivos, escuchando a Eva Perón. Llama la atención, aunque nada se dice al respecto, que muchas de ellas llevan sus cabezas cubiertas por pañuelos blancos y se asemejan a nuestras Madres de Plaza de Mayo.

Página a página se desgrana a través de imágenes, volantes, documentos, noticias de diarios, esquelas y todo tipo de materiales gráficos, el empoderamiento que las mujeres van adquiriendo a través de la lucha por sus derechos en los barrios, las villas y todos los ámbitos donde se desempeñan, cambiando la tradición del hogar, ámbito exclusivamente femenino, y tomando la calle como algo a conquistar de inmediato.

En ese marco se menciona a mujeres rebeldes como la cantante Nelly Omar, y la emblemática canción “La descamisada”, que tras la caída del gobierno peronista le costó largos años de silencio y prohibición pública.

Nora Lagos nació en 1925 en una familia adinerada; su padre fue director del diario rosarino y fervientemente antiperonista La Capital. Ella, en cambio, en 1947 inicia una intensa militancia en el partido del gobierno y en 1953 accede a la dirección del tradicional diario y cambia su orientación política en apoyo al gobierno encabezado por Perón. A partir de 1955 fue encarcelada en numerosas oportunidades. Su familia no la perdonó nunca y falleció en soledad, en 1975.

Mujeres son las nuestras relata, entre otras, las historias de Ceferina Rodríguez de Copa, María Terán de Weiss, Olga Hammar, Alicia Graciana Eguren, Norma Arrostito, Germania Garay y otras militantes pioneras, la mayoría perseguidas, encarceladas, y en la última dictadura algunas secuestradas y desaparecidas.

“Frágil criatura divina, pájaro, mariposa, leona, guerrera...”, define Patrich a cada una de ellas.

Mujeres son las nuestras
Jirones de mi vida editorial
183 páginas