CONSEJITOS DE MARU BON BON › DE CUANDO LA GRACIA ERA UN DON Y NO UN BIEN DE ADQUISICIóN
Estimule con sapiencia y sea feliz a conciencia
Amables, adorables y consecuentes amigos/as: el tema que hoy nos convoca parece sencillo, y en efecto lo es, aunque no hay que despreciar cuánto puede el saber en cuestiones de magreo, toqueteo y por qué no, besuqueo. Ya que, como verán, estimadísimos/as/es, quien cree que sabe no aprende y quien no aprende ¡pues se pierde de hacer feliz a una amiguita (así, sin barra, ya que somos nosotras de la cintura para arriba quienes podemos pedir, exigir, reclamar, lo que nuestras protuberancias demandan y sí, disfrutan)! Y como ya debéis saber, no hay felicidad si ésta no es compartida ni placer mayor que arrancar suspiros en otra/o/e.
1 No apriete que ahorca: movimientos suaves, queridas/os, circulares, envolventes, una leve presión sí, ¿pero qué es eso de andar cerrando el puño sobre las partes como si efectivamente quisiera ordeñar a su amante? ¿Acaso no sabe que eso duele?, ¿acaso a Ud. le gustaría que le retorcieran sus partes cual plastilina? Está claro que la pasión obnubila, mas después no se queje si le encajan un flor de tarascón.
2 Ofrézcale a la leche su copa: ¡Qué bonito es tener sobre una mano cuidadosa que se ofrezca como altar para depositar en ella nuestra ofrenda! Así es como nos sentimos las chicas/travestis/transexuales cuando hay quien se detiene en la contemplación de nuestros favores y suavemente sopesa el tamaño de la copa que podríamos llenar con nuestras carnes. ¡Ay, la amabilidad!, ¡qué bien hace y qué poco cuesta!
3 Deje el toco y me voy para las visitas a su abuelita: No, no, no. Eso de andar cumpliendo por compromiso no tiene ninguna gracia, mucho menos si Ud. cree que cumple dando un sacudón tipo licuadora para después dedicarse a encontrar un lugar donde satisfacerse a sí mismo/a. Todo lo que uno/a da, vuelve, estimadísimo/a/s, el placer que genere siempre le será retribuido, ¿entonces por qué andar picoteando cual pajarito/a en lugar de tomarse el tiempo de unas lindas lengüetadas con parsimonia de rumiante?
4 Póngase filoso sin descuidar la parte: Y ya que andamos por la parte de la boca y sus mieles, pues sepa que sí, que está bien uno que otro mordisconcillo, apenas un jugueteo de la perla de nuestros pechos entre los dientes de la/el amado/a ¡pero nada de cerrar la boca! Que la brutalidad también vuelve y para juegos sado-maso habrá que esperar a una próxima entrega (que es así, hay de todo en la viña de la diosa).
Por último, pero no para despreciar, sepan querídisimos/as/es que no es el tamaño lo que importa, uvas, peras, naranjas, melones o sandías, todas saltamos de alegría cuando la caricia se brinda en demasía.