Viernes, 15 de septiembre de 2006 | Hoy
CONSEJITOS DE MARU BON BON
Amigas, amigos, amiguetes, amiguetas y amitetas! Henos aquí con la voluntad de no descuidar a las partes aunque a veces las parties nos descuiden a nos dejándonos fuera del alborozado confundirse de extremidades, lucecitas de colores, solideces alcanzadas u ortopédicas y otras tantas fantasías que sabemos que están por ahí más aunque se disfracen de dark rooms o ventas de tupper ware. Pues bien, en lugar de quejarse, bueno es mirar en derredor y tomarse de las sogas más firmes, que son las que siempre resisten. Sepa cómo identificar las oportunidades y no las suelte, o al menos esté dispuesta/to/tus/toos a compartirla:
1. Luz verde (loro) si algo se mueve dentro de la boca –siempre que en algún momento deje de hablar–. ¿Ud es de esos/sas que siguen creyendo que lo importante está en los bajos? ¿Ud. aún cree que cuando se habla de la cabeza como órgano sexual se refieren a toooda la cabeza? Pues no, amigochis, la felicidad viene cuando el vigore mengua (como bien lo decían nuestros/tras abuelas/os) cuando se avanza con la lengua. Mire bien, distinga la avidez del órgano en cuestión, sepa cuán adherida se encuentra a su cueva y cuánta curiosidad siente por otra geografía. Si esta promesa lingüística sirve para algo más que decir pavadas ¡reclámela! La felicidad está de su lado.
2. Luz verde (musgo) para quien se toma su tiempo –siempre que éste sea fuera del baño–. Avance ma no troppo. Sepa que hay riesgo en el tránsito lento y no es exactamente el que se describe para chicas en las propagandas de yogures. ¡Puede Ud. quedarse dormida/do antes de que hayan llegado donde Ud. quería! Así y todo, nada se logra con quien cree que hay algún lugar donde llegar antes. ¡Vade retro! Lo importante es permanecer, sépanlo, no hay dónde ir.
3. Luz amarilla (intermitente) para quien sabe dónde ir –¡que lo diga, que lo diga!–. No todo es jolgorio en esta vida, no todo es cosquillas y humedales, también es necesario tener un objetivo/tiva en este valle de fluidos varios y si hay quién la tiene clara, mejor que no le ponga yema. Además es bien probable que llegue al punto antes de que Ud. descubra que siempre estuvo ahí. Avance, y también dude, no vaya a ser que una vez llegada se le acabe el mapa.
4. Luz amarilla (patito) para quien se deja hacer, siempre que se dedique a lo propio. Es justo y necesario que quien está en el camino de la alegría compartida no quiera estar dirigiendo la batuta aun cuando posea la misma, ya que la posesión no implica el buen uso ni mucho menos la utilidad. Quien anda retaceando partes después pondrá remilgos para encontrar las suyas así que si lo desea dele nomás, pero sólo hasta encontrar una mejor parada, quiero decir, estación.
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