Viernes, 18 de noviembre de 2005 | Hoy
INUTILíSIMO
Las jóvenes solteras que todavía viven con su familia, aunque tengan que adaptarse a las decisiones de sus progenitores, siempre cuentan con la oportunidad de transformar su cuarto en un rincón propio, que refleje plenamente sus gustos e intereses, y donde puedan recibir a sus amigas íntimas. Pero de poco lucirá el arreglo más ingenioso si no se parte de una base indispensable de orden y limpieza, a fondo y permanente.
La Enciclopedia de la muchacha moderna (Daimon, Barcelona, 1966) nos explica que los distintos formatos de las habitaciones –alargados, cuadrados– deben ser aprovechados en forma funcional, de manera que no falte nunca el espacio destinado al trabajo y al recreo (escritorio, libros, discos, revistas). Si se trata de una buhardilla, nos sugiere, se pueden sacar partido del efecto de techo inclinado poniendo la cama cerca de la venta y colgándole un gran cortinado que haga el bonito efecto de un baldaquino.
Asimismo, en la citada Enciclopedia se detallan los distintos tipos de arreglo, según la personalidad y las tendencias de la dueña:
1) La deportiva, con fotos de campeones en las paredes, raquetas de tenis y otros elementos alusivos como decoración, medallas de competiciones rodeando la ventana y, por supuesto, imágenes de la propia interesada en diversas actividades físicas.
2) La moderna, con telas lisas de tonos vivos, diván bajo, sillas de forma rara, almohadones en el suelo y en la pared reproducciones de dibujos cubistas tipo Picasso.
3) La romántica, que exige estampados de florcitas y muchos volados, tocador vestido con tela vaporosa y puntillas, escritorio o mesita con carpeta bordada, muñecas de porcelana en el estante, un medallón antiguo sobre fondo de terciopelo con marco rococó.
4) La artística, para la que se emplearán telas de rayas estilo Imperio, estante con libros de pintura y escultura adornado con cacharros artesanales, cuadros con reproducciones de obras clásicas
5) La à la page, donde se permiten las mayores libertades decorativas e incluso algunos toques de frivolidad: afiches de películas de moda y carátulas de los últimos discos en las paredes, fotos pequeñas de ídolos pegadas en la pantalla de la lámpara, best-sellers en la biblioteca, revistas de actualidad sobre la mesita. Según la Enciclopedia consultada, el único problema de este ambiente es que necesita renovarse a menudo, cada dos o tres meses. Pero, por otra parte, dichos cambios pueden aprovecharse para higienizar el cuarto a conciencia y poner orden hasta en el ultimo cajón del placar.
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