DICCIONARIO
Suplicio: grave tormento o dolor físico o moral.
Ha sido y es perpetrado sin piedad por seres mitológicos clásicos de la pantalla argentina. Llámese, por caso, Gerardo Sofovich, y su capacidad infinita para insistir con ¿Polémica? en el bar. Hay que ver el suplicio que atraviesa la pobre Ginette Reynal: por empezar, lo suyo fue convertirse en florero del decorado con el mandato de sustituir lo que alguna vez fue la versión del programa con “cupo femenino” y mostrar cuán bella puede ser (maquillada a prueba de huracanes, y con escotes más o menos recatados; a fin de cuentas, viene a representar algo así como lamujer-madura-que-bien-podría-ser-esposa-de-alguno-de-los-polemistas) una muñequita de lujo (barrial). Pero trabajar como objeto decorativo es una cosa, y ¡tener que reírse de lo que dicen González Oro, Sofovich y Chiche Gelblung! ya es verdaderamente insalubre. No queremos saber cómo tiene las rodillas Ginette de tanto estar sentada en la banqueta ésa, escoltando al grupito de “muchachos” añejos, y manifestamos, desde aquí, nuestra más profunda compasión. (Y que quede claro: ver Polémica en el bar no califica como suplicio, es puro morbo).