Viernes, 8 de abril de 2005 | Hoy
TALK SHOW
Por Moira Soto
Según algunas teorías no tan peregrinas, el origen del sometimiento de la mujer estaría directamente relacionado con su menor fuerza muscular (alrededor del 60 por ciento, respecto de la masculina), en tiempos en que este atributo era muy necesario para la supervivencia. Así, los tipos se fueron de cacería y a la guerra, desarrollando aún más esa fuerza mediante distintos entrenamientos. Sabido es que –pasando por alto el mito de las amazonas que, de todos modos, dieron ascendencia a la Mujer Maravilla de la historieta creada en los ‘40– las mujeres que ingresaron a ejércitos de diversas épocas y latitudes, casi siempre lo hicieron travestidas, pasando por varones y peleando a la par de ellos (Juana de Arco es un caso aparte: condujo sus propias huestes, fue acusada de hereje y quemada viva).
Pero lo real y concreto es que hasta el siglo pasado ciertos deportes y las prácticas militares les estaban vedados a las damas. La aceleración de las transformaciones en los ‘60, gracias a los avances de feminismo, llevó a que en la televisión y en el cine fueran apareciendo heroínas como la Mujer Biónica, Emma Peel, Barbarella, Modesty Blaise, incluso la propia Maravilla tuvo su serie. Chicas activas, inteligentes, fuertes, con poderes especiales. Es cierto que en las primeras décadas del cine, aparte de las típicas damiselas en apuros salvadas por el caballero de turno, también hubo algunas espadachinas a cargo de Jean Peters o Maureen O’Hara, pero apenas fueron simpáticas excepciones. Y en general, la destreza física de las mujeres en la pantalla, hasta la segunda mitad del XX era aplicada en todo caso al baile. Mientras que más recientemente, sobre todo de los ‘90 en adelante, chicas como Linda Hamilton, Michelle Yeoh, Lucy Liu, Uma Thurman, Zhang Ziyi se pusieron a danzar otras coreografías, ligadas a la autodefensa y el ataque, basadas en distintas artes marciales.
Cuando le preguntaron a Hilary Swank, que se preparó muchísimo con dieta proteínica y ejercicio intensivo para Million Dolar Baby, si no se sentía un poco masculina, contestó: “En verdad, me siento con más fuerza, y no sólo física. Sólida y femenina al mismo tiempo. Una sensación muy hermosa”. Algo semejante había declarado en su momento Michelle Rodríguez, la protagonista de Girlfight, golpes de mujer (2000), a su vez alter ego de la directora Karyn Kusama. Y una década antes, cuando Anne Parillaud —habiéndose entrenado en judo, tiro y otros deportes– interpretó estupendamente a Nikita (1990), algún periodista aferrado a estereotipos obsoletos le señaló al director Luc Besson que había acentuado el lado masculino de la actriz. “¿No será que hoy en día las diferencias entre hombres y mujeres se han acortado?”, le retrucó el cineasta.
En esto de convertir el propio cuerpo en un arma letal, la Sarah Connor de Terminator 2 (1991), la Charly Baltimore de El largo beso del adiós (1996) y la teniente O’Neill de Hasta el límite (1997), se adelantaron a la Novia de Kill Bill 1 y 2. Aunque obviamente nunca se podrá comparar el entrenamiento militarista de inspiración fascistoide que recibe la teniente rapada que quiere ser Navy Seal, con las enseñanzas del maestro Pai Mei que recibe la vengadora Novia.
Entre la danza y las artes marciales, la china Zhang Ziyi se meneó en El tigre y el dragón (2000) toreando a la imparable karateca Michelle Yeoh. Después, la bravísima muñeca se fue con Won Kar-Wai para hacer la muy elogiada 2046 y ahora acaba de filmar Memorias de una geisha, sobre el discutido best-seller, producido por Steven Spielberg. Pero previamente,Ziyi protagonizó el futuro estreno La casa de las dagas (foto), bajo la dirección de Zhang Yimou (en la línea de Héroe), espléndidamente ataviada con trajes de hace más de diez siglos y repartiendo generosamente golpes con plasticidad de bailarina. Nada mal para una chica de actuales 26, que cuando tenía 8 era de complexión debilucha y tan menuda, que su mamá la llevó a hacer gimnasia para fortalecerla.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.