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El Parlamento Europeo prohibió, hace tres años, los implantes de siliconas con fines estéticos a menores de 18 años. En Argentina queda a criterio de cada médico si acepta operar a una adolescente que quiere agrandar sus lolas. Y, por lo visto, cuando los criterios sobre sexualidad se pagan, se vuelven bastante amplios. Según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, las operaciones en chicas menores de 20 años eran el 9,2% del total de intervenciones en el 2002 y crecieron al 17,7% en el 2003.
En todos los casos, es indispensable que las menores de edad tengan una autorización de los padres para operarse. Pero, aun así, hay cirujanos que no implantan siliconas en adolescentes. Juan Carlos Rodríguez, médico del Hospital Garrahan, subraya: “Yo creo que hay que esperar a que una chica, por lo menos, cumpla los 18 años y termine con el desarrollo de su cuerpo”. Sin embargo, otros opinan distinto. La cirujana Agustina Capellino afirma: “Si la adolescente tiene algún problema que le impide integrarse socialmente, no me opongo en lo más mínimo a recurrir a una intervención, siempre y cuando su estructura ya esté desarrollada”.
El modelo de Luisana Lopilato está de moda y muchas chicas quieren parecerse a ella. Antes, los 15 eran la edad en que las mujeres se pintaban los labios y se subían, por primera vez, a zapatos de tacos altos. Ahora, algunas chicas piden ponerse siliconas. Y algunos padres, cada vez más, acceden a aceptar que ser lolita es tener lolas. Aunque sean fantasías compradas.