En Malamarismo, su tercer disco, La mala-Mala Rodríguez toma los versos por las astas y arremete con verdades que afortunadamente no enseñan a vivir. “Pa’ esta vida no hay filosofía”, convence la española en el tema Enfermo, mientras llama a reírse más... Porque ¡ey! “Si no te quedan dientes, enseña las encías”.

Así, pues, humor (con altas dosis de ironía) y conciencia social cruzan catorce canciones de buenos versos y buenas bases musicales. En Miedo, La Mala se mete con los prejuicios contra los inmigrantes –tema muy vigente en España por el flujo constante de Africa al país ibérico– y, con una letra dura, directa y provocativa, satiriza: “¿Te da miedo que vengan a llevarse tu comida?”.

Con su implacable poesía rítmica, la rapera hace retratos de realidad callejera, animándose –por ejemplo– a hablar de la violencia doméstica. Sin recurrir a golpes bajos ni victimizaciones, en el tema Nanai La Mala bromea y condena: “Hacemos buena pareja, yo le pego y ella se deja”.

Desde una posición fuerte y femenina, la chica hip hop habla sobre el consumo, la sociedad capitalista global, la degradación humana, los problemas mentales, el amor, la nostalgia, el sexo y otras cuestiones vitales, sin perder el tono incendiario ni la calidad de un mensaje que invita a resistir y pensar.

Con las participaciones estelares del puertorriqueño Tego Calderón, la mexicana Julieta Venegas y otros músicos como su marido, el cubano Mahoma, y Raimundo Amador, Malamarismo es el único disco de La Mala editado en Argentina. Recientemente salido al mundo (o a las bateas), los tracks y el audio/videobonus de Por la Noche consolidan el estilo híbrido de la española: del rap a la canción, con algunos toques de flamenco y electrónica.

Como sea, el último trabajo de Rodríguez no es circunstancial ni pasa desapercibido. Por el contrario, suma en sustancia y forma. Porque no es mala La Mala, es dura.