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La epidemia mundial de gripe porcina llegó muy pronto a la Argentina. Terminaron las elecciones y la gripe ocupó la primera plana. Pasamos de casi no hablar de la enfermedad a estar todos y todas pendientes. Esta desmesura se tradujo en miedo y temor de la población que empezó a pedir que se tomen medidas. Pero, aclaremos que el año pasado por la gripe murieron más de 3000 personas y ni nos enteramos.

Esta es una epidemia, es un problema serio que todos debemos asumir, pero sin histeria ni terror. Porque si no podemos agravar las cosas. Esto quiere decir: informarnos, cuidarnos y respetar las indicaciones. Además, tenemos que pedir al Gobierno en todos sus niveles que dé las respuestas necesarias. Si hay receso escolar y laboral no es para salir de vacaciones y llevar el virus a lugares del interior donde el problema está aún incipiente o no está. No tenemos que automedicarnos. Frente a una epidemia no sirve el “sálvese quien pueda”. Y si se indica a los que tienen síntomas de gripe que se aíslen en su casa no hay que salir. El peor ejemplo lo dio el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, con su jefe a la cabeza, que justificó livianamente a un ministro que fue a una reunión de gabinete con gripe “porque son muy trabajadores” y contagió a otros tres ministros.

¿La epidemia ataca a todas y todos por igual? Se ha observado que las embarazadas son un grupo de riesgo, porque por la baja de defensas –producto del embarazo– tienen más riesgo de infectarse y pueden tener cuadros más graves. Entonces las embarazadas deben cuidarse y ser cuidadas especialmente. Si hay un niño o niña enfermo en la casa y la mamá está embarazada, el papá u otros familiares deben ocuparse de cuidar al niño o niña enferma porque la mamá no debe exponerse. También las embarazadas y puérperas deben ser protegidas por quienes salen del hogar y pueden entrar en contacto con el virus, tomando todos los recaudos de higiene: lavado de manos al entrar en la casa, no compartir cubiertos, tazas y vasos, separar las toallas y/o usar descartables y, obviamente, evitar las reuniones masivas y los contactos con mucha gente. ¤

* Médica y presidenta de la Fundación Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).