FúTBOL › LA HISTORIA DE LOS BRASILEÑOS QUE PASARON POR BOCA
Una camisa azulamarelha
La idea de traer jugadores del país de los campeones del mundo no es nueva en la vida del club de la ribera. Desde que se inició el profesionalismo, con la llegada de Baiano, ya son 24 los que vistieron la camiseta azul y amarilla. Hubo grandes ídolos, como Valentín y Domingos da Guía, y grandes fiascos, como Gaúcho o Charles.
La contratación de Dermival Almeida de Lima, Baiano, que el presidente de Boca, Mauricio Macri, anunció con bombos y platillos, sorprendió a todo el mundo. Este lateral derecho que dice tener buena marca y clara disposición a proyectarse en ataque, además de una buena pegada para los tiros libres, es aún un misterio para quienes no lo conocen y esperan verlo pronto en la cancha, demostrando; en cambio, aquellos que lo han visto jugar o incluso lo han dirigido, como el ahora entrenador del Real Madrid, Vanderlei Luxemburgo, nada menos que en selecciones de su país, lo definen como un jugador con estilo propio, como una “gran incorporación para Boca”. Baiano será el brasileño número 24 que se calce la camiseta de Boca desde que el volante central Martín Mercio Silveyra inaugurara la lista en 1933.
Precisamente, durante los años ‘30, en los que el profesionalismo iba a terminar sacudiendo la estructura del fútbol argentino, provocando cambios significativos, iban a ser cuatro los brasileños que a lo largo de esa década llegaron a Boca para triunfar en el primer equipo nacional que se ufanaba del título de primer campeón de la nueva era. A Silveyra, que jugó sólo 28 encuentros, lo siguieron Moisés Alves do Río, lateral derecho, que jugó entre 1934 y 1935 para ganar dos títulos y marcar un gol en 38 partidos; Felipe Jorge, Bibí, lateral izquierdo, que obtuvo un título con 31 encuentros disputados; y, sin dudas el más significativo de esta década, Domingos Antonio Da Guía, un defensor exepcional precedente del Vasco da Gama, pieza clave de la columna vertebral del recordado Boca campeón del ’35 y, producto de su calidad de juego, figura absoluta entre los hinchas, a pesar de que disputó apenas 56 partidos.
Durante la década siguiente, en la que el club fijaría los objetivos en la inauguración de su estadio, que iba luego a tomar fama de inexpugnable, fueron sólo dos los jugadores procedentes de Brasil: Heleno de Freitas, 7 goles en 17 partidos durante 1948, y Amalfi Yesso, quien iba a disputar 15 encuentros entre 1948 y 1949 y marcaría dos tantos.
Sin fichajes procedentes del aquel país durante los años ’50, donde la rivalidad entre selecciones, producto de la admiración y el poderío, iba a explotar hasta tomar las dimensiones que hoy se conocen, la década del ’60 sería la de la explosión más significativa en cuanto al desembarco de brasileños a Boca, con una nómina de diez futbolistas, entre los que se destacaron el delantero Paulo Valentín, autor de 71 goles en 115 partidos, dos títulos acumulados y la gracia de haberle marcado nada menos que diez goles a River, que le valieron la estatura de ídolo; junto a Valentín también se lució Orlando Pecanha Carvalho, capitán y defensor completo, titular de la selección de brasileña, que jugó en todos los puestos de la defensa entre 1961 y 1965, para un total de 120 partidos y tres títulos; Dino Sani, mediocampista, que jugó 14 partidos en 1961, con cuatro goles marcados, e iba a terminar dirigiendo a Boca en 1984 en 16 encuentros para siete victorias, cuatro igualdades y cinco caídas.
A ellos se les suman Edson Dos Santos, 1960/63, sin goles en 24 partidos; Mauro Raphael (Maurinho), puntero derecho, diez partidos entre 1961 y 62, un gol; Almir Moraes Albuquerque, 1961 y 62, seis partidos y un gol; Walter Da Silva, volante central, jugó dos partidos entre 1962 y 63; Emanuelle Del Vecchio, centrodelantero, 1963, seis partidos, tres goles; Ayres Moraes Albuquerque, defensor, volante y puntero derecho, jugó 26 partidos y marcó tres goles entre 1963 y 1965; Eduardo Texeira Lima, puntero izquierdo, 1968, ocho partidos. Durante las décadas del ’70 y ’80, fueron sólo dos los que llegaron para vestir la casaca azul y oro: Heraldo Bezerra, puntero izquierdo, 1977, dos partidos, y José Rodrigues Neto, defensor que disputó 11 encuentros en 1982.
A comienzos de los ’90, fueron también dos los brasileños de Boca. El primero, Luis Tífoli, conocido como Gaúcho, había llegado en 1991 para reemplazar a Gabriel Batistuta, que disputaba la Copa América de Chile, y jugó sólo dos partidos; el otro fue el enigmático Fabián Figuereido Santos, Charles, un centrodelantero que había acercado Diego Maradona y sepensaba sería un fenómeno. Pero nada de eso sucedió, Charles jugó sólo cinco encuentros y fue un verdadero fiasco.
Ya bajo el mandato de Macri, en el 2001 Boca retomó la importación de brasileños. El primero en llegar fue Jorginho Paulista, marcador
lateral izquierdo, 2001, que jugó solo 15 partidos y pasó sin pena ni gloria; Edilio Cardoso (Edilio), un juvenil puntero derecho, que en el 2003 jugó un partido, la goleada 2-7 ante Central. Y, el más recordado por los hinchas boquenses más jóvenes, entre los que despertó broncas y admiraciones, Pedro Iarley Lima Dantas, delantero y enganche, que jugó entre 2003 y 2004 37 partidos, ganó dos títulos, campeón del mundo y local, y fue héroe en la victoria por 2-0 ante River en el monumental con un golazo de antología.