La suspensión del superclásico fue tan rápida como la respuesta que dirigentes de ambos clubes y periodistas radiales arriesgaron para la continuidad del partido. El público bajaba apretujado las largas escaleras de la Bombonera, y ya se escuchaba que el superclásico se iba a completar el miércoles 24, primero a las 16, luego a las 17, que ésa era, se decía, la voluntad de los directivos. Finalmente, la AFA resolvió que el partido se completará el jueves 25, en horario a confirmar.

Se dijo que River había aceptado jugar el 24, pero que había puesto como condición pasar del sábado al domingo su partido frente a Argentinos por la 11ª fecha. Que la AFA estaría de acuerdo. Se decían, como es costumbre en estos casos, muchas cosas, cualquier cosa. El primero en anunciar que el partido se iba a completar el miércoles 24 fue el vicepresidente tercero de Boca, Juan Carlos Crespi, quien incluso le puso hora, a las 17. Después se escuchó la palabra del ministro del interior, Florencio Randazzo, quien se encontraba en la Bombonera. Randazzo explicó por qué el partido, a su criterio, no debía jugarse el miércoles próximo, ya que se trata de una jornada para la reflexión, en la que se conmemora el Día de la Memoria, a propósito del 34º aniversario del golpe militar del 24 de marzo de 1976.

Si bien el decreto que determinó el feriado nacional del 24 de marzo no prohíbe expresamente el desarrollo de actividades deportivas, Randazzo explicó: “Es una fecha de reflexión para que podamos recordar lo que fue el 24 de marzo de 1976. A mí me da la impresión de que no sería la mejor fecha para jugar el superclásico. Se recuerda una fecha trágica para los argentinos”. Randazzo había ido a ver el partido en la Bombonera.

Hubo quienes destacaron, ante las palabras de Randazzo, que eran más que claras, que, independientemente de lo que pretenda el Gobierno, la AFA tiene la autonomía para decidir si se jugaba o no el miércoles. No debieron insistir tanto con esa idea. La dirigencia había entendido el mensaje del ministro y así comenzaron a circular otras fechas posibles para que se complete el partido.

“River no tiene problemas en jugar el superclásico el próximo miércoles, pero si se juega ese día, el encuentro ante Argentinos se tiene que jugar sí o sí el domingo”, manifestó el vicepresidente del club, Diego Turnes. Turnes era el dirigente a cargo de la delegación millonaria, ya que su presidente, Daniel Passarella, se encontraba en Chacabuco, su localidad de origen. “Tenemos que hablar con (Pablo) Paladino (responsable de la subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Deportivos); además, el ministro del Interior (Florencio Randazzo) comentó que el miércoles es un día de duelo nacional. Así que hay varias cosas para analizar”, agregó Turnes.

Según el dirigente de River, en un principio la posición de la AFA era hacer jugar el partido el miércoles, pero con el correr de las horas apareció otra posible fecha, el lunes 12 de abril. Finalmente, la continuidad del clásico se definió para el jueves, en horario a confirmar. Ante esa decisión, el encuentro de River ante Argentinos, originalmente previsto para el sábado, también deberá ser reprogramado, posiblemente para el lunes siguiente.

Estadio: Boca.

Arbitro: Héctor Baldassi.

Incidencia: 9m suspendido por lluvia.