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Produccion: ariel Greco

Cuando Carlos Bianchi se hizo cargo de la dirección técnica de Boca por segunda vez, nunca se imaginó que en los primeros cuatro meses de su nueva gestión se iba a encontrar con semejante racha de lesiones. Desde que en la pretemporada Marcelo Delgado sufrió una distensión en el aductor de su pierna izquierda que le impidió estar presente contra San Lorenzo en el debut del nuevo entrenador, ya son 17 los jugadores que se perdieron partidos por algún tipo de dolencia, incluso varios de ellos en más de una ocasión.
Dentro de esa seguidilla de infortunios, los problemas musculares se convirtieron en la principal pesadilla. Ya sea por desgarros, distensiones o simples fatigas, catorce futbolistas no pudieron estar presente en algunos de los innumerables compromisos que tuvo el equipo por amistosos, torneo local o Copa Libertadores. Con ese panorama, las lesiones más complicadas fueron las que padecieron el juvenil Miguel Caneo y el delantero Héctor Bracamonte, además de la apendicitis que obligó a operar de urgencia en Chile a Rolando Schiavi tras el partido ante Colo Colo. Cuando se estaba afirmando entre los titulares y ya se había ganado la confianza del técnico, Caneo sufrió una rotura en el menisco lateral interno de la rodilla derecha, por lo que debió ser operado. Desde aquel partido ante Barcelona de Ecuador por la primera fase de la Copa, el pibe de General Roca no volvió a jugar.
Lo de Bracamonte fue bastante similar. En el primer partido del nuevo ciclo, ante San Lorenzo en Salta, sufrió un esguince de rodilla derecha, que luego se comprobó que en realidad había afectado el ligamento lateral interno. Cuando ya estaba recuperado y se estaba poniendo a punto en reserva, el goleador se desgarró en el muslo izquierdo, por lo que debió parar con los entrenamientos. Todavía no debutó ni en el Clausura ni en la Copa. Para completar una racha increíble, a Bianchi se le cayeron los dos laterales derechos en la misma semana, lo que lo obligó a improvisar una línea de tres ante Vélez, algo que, por lo visto ayer, no le dio ningún resultado.