No pudo ser: Juan Mónaco cayó en la final del abierto de tenis de Bucarest, en Rumania, frente al español Albert Montañés 7-6 (7-2), 7-6 (8-6). La derrota de Mónaco reafirma una curiosa situación: el tenis argentino sigue sin poder cosechar ningún título en la temporada sobre polvo de ladrillo, la superficie predilecta de los jugadores nacionales, por primera vez en doce años. Todas las conquistas del año fueron sobre canchas rápidas: David Nalbandian ganó en Sydney y Juan Martín Del Potro lo hizo en Auckland, Washington y el abierto de los Estados Unidos. Además, Del Potro alcanzó la final del Masters Series de Montreal, también sobre superficie dura. Mónaco es el tenista que más partidos ganó en esta temporada sobre polvo de ladrillo.

En la final, en Bucarest, el primer set se definió ajustadamente a favor de Montañés en el tie break, pero en el segundo Mónaco sacó una ventaja de 5-2. En ese lapso, el argentino se metió más en la cancha, buscó ser más agresivo y así logró forzar los errores de un muy sólido tenista español.

El tandilense contó con dos sets points cuando ganaba 5-2 y con otros dos en el 5-4, en ambos casos con el saque del español, y los desperdició todos. El set desembocó en el tie break y otra vez el argentino perdió un set point con el marcador 6-5.

En cambio, Montañés aprovechó su primer match point para llevarse el título, el segundo de la temporada, ya que este año había conquistado el de Estoril, en Portugal, y el tercero de su carrera. “Tuve un poco de suerte cuando salvé todos aquellos puntos con 15-40 con mi saque, en dos ocasiones. Aquéllos fueron momentos muy importantes y tuve mucha suerte de salvarlos”, dijo el catalán.

Mónaco perdió así su tercera final de la temporada, ya que antes había caído en Buenos Aires ante el español Tommy Robredo y en Bastaad, Suecia, frente al sueco Robin Soderling. Pese a eso sigue siendo el tenista más ganador en polvo de ladrillo de la temporada, con 29 triunfos en 42 partidos.

En su carrera, Mónaco lleva ganados tres títulos, todos sobre polvo de ladrillo y en 2007: Buenos Aires, Pörtschach (Austria) y Kitzbühel, también en suelo austríaco.

En Tokio, la tigrense Gisela Dulko tuvo un buen estreno en el Abierto de Japón al imponerse por un cómodo 6-3, 6-0 ante la húngara Agnes Szavay, y accedió la segunda ronda. En la siguiente instancia, Dulko (31º) se medirá con la checa Iveta Benesova o la francesa Virginie Razzano, que jugaban anoche.