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Vélez y Chicago no se sacaron ventajas en el clásico barrial. Los dos goles del encuentro fueron convertidos en la primera etapa, por Daniel Tilger de tiro penal para Nueva Chicago, y por Roberto Nanni para Vélez. El partido debió ser detenido en dos oportunidades durante el primer tiempo por el árbitro Claudio Martín, debido a que los hinchas visitantes arrojaron proyectiles y bombas de estruendo –una afectó a Sessa– al campo de juego.
El partido tuvo dos etapas muy bien diferenciadas. En los primeros 45 minutos transcurrieron las acciones más importantes, con los dos equipos buscando el arco contrario, lo que hizo que el espectáculo resultara muy entretenido, mientras que el segundo tiempo fue aburrido y mal jugado porque ningún equipo arriesgó.
Desde el comienzo, Vélez le tiró encima a Chicago a sus tres puntas definidas (Nanni, Arias y Valdemarín), pero la defensa del conjunto de Mataderos se mostró firme y bien ubicada, especialmente Cristian García, que anuló a Nanni. Pese a que el local marcaba el ritmo, una rápida combinación ofensiva de Chicago permitió que Carreño la cediera de taco a Amaya, que fue derribado por Fuentes dentro del área. El penal lo tiró Tilger fuerte, abajo, a la derecha del arquero: gol a los 37. Sobre el final, y en tiempo adicionado, Nanni se le pudo escapar por primera y única vez en la tarde a García y conectó de cabeza el preciso centro cruzado de Arias: 1 a 1. Sería definitivo.
En la segunda etapa, los dos equipos se volvieron mezquinos, no regalaron nada y el juego se volvió más friccionado. Los de Ischia tuvieron las mejores oportunidades, pero Arias, Falcón y Patricio Pérez desperdiciaron sus chances ante un inspirado César Velázquez.