CORIA Y ACASUSO CAYERON EN LA FINAL
Los pibes no pudieron
El tenis argentino no cerró bien una semana prometedora ya que cayeron en las finales José Acasuso, en Bucarest, Rumania, y Guillermo Coria, en Salvador, Brasil. De los dos, el que estuvo más cerca de levantar la copa fue Coria, que tuvo match-point a Gustavo Kuerten en su propia casa, pero se le escapó una chance que jamás se repitió.
Coria perdió la final del Abierto de Brasil, en Salvador, contra el ex número uno del mundo, 6-7 (4-7, 7-5, 7-6 (7-2). Del otro lado del Atlántico, con una facilidad impensada, el español David Ferrer conquistó el ATP de Rumania al vencer 6-3, 6-2 al misionero José Acasuso. Ferrer, no preclasificado, sólo necesitó 65 minutos para superar a su rival, quinto cabeza de serie
El español, de 20 años, fue más sólido y consistente para quedarse con su primer ATP y frustrar la chance del segundo éxito de Acasuso. En su camino a la final, el misionero superó al belga Dick Norman, al local Victor Hanescu, en los cuartos de final a su compatriota Franco Squillari, mientras que en las semis hizo lo propio con el máximo preclasificado, el rumano Andrei Pavel.
Después de tres horas y media de juego, Kuerten ganó su primer ATP del año, sólo porque Coria desaprovechó la chance de match-point con la que contó en el décimo juego del tercer set cuando el brasileño sacaba 5-4. Coria remontó en el primer capítulo una desventaja de 4 a 1 para forzar al tie break que luego ganó, sin mayores sobresaltos, por 7-4.
El argentino tuvo una chance de quebrar el servicio del ex número uno en el cuarto game del segundo set, pero su derecha –con su rival desparramado en el fondo de la cancha– se fue apenas ancha. Kuerten se recuperó y entonces se quedó con el segundo parcial al quebrar, en el undécimo game el saque del santafesino.
En el set final, el brasileño empezó sólido, quebró de movida y mantuvo esa ventaja hasta que Coria recuperó el break en el octavo juego, pasó adelante 5-4 y tuvo aquella chance de ganar el partido con una sola bola. Para Kuerten fue el 17º título de su carrera y el primero en 13 meses.