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Cuando intenta salir de sus propias desgracias, el fútbol argentino da muestras de que continúa sufriendo las mismas penurias de siempre. A Boca le alcanzaron solamente dos partidos para caer en un verdadero tembladeral. Las derrotas consecutivas ante Paysandú de Brasil y Vélez fueron el disparador perfecto para poner en duda toda la estructura diseñada por su director técnico, Carlos Bianchi. El conductor más exitoso se ubicó así en el centro de todos los cuestionamientos, y parecían estar muy lejos los seis títulos logrados en su primer ciclo. Justo a él: caracterizado por ser un hombre que está en el mínimo detalle, ya no sólo generaba malestar el sistema táctico empleado en aquellos compromisos -sobre todo ante Vélez, donde eligió defender con tres hombres– sino la real ascendencia sobre los propios jugadores.
Con una asombrosa rapidez, se pretendió crear un supuesto enfrentamiento entre Bianchi y Guillermo Barros Schelotto, a partir del fastidio que mostró el jugador cuando fue reemplazado en Liniers. Incluso, desde distintos sectores se deslizó la posibilidad de que el delantero sería marginado por el técnico. Guillermo no sólo fue titular ayer en el partido ante Colón sino que fue el capitán de su equipo, hizo un gol de penal y se convirtió en la figura del encuentro.
Boca volvió a posicionarse en la cima de la tabla, y si obtiene el pasaje a los cuartos de final en la Copa Libertadores, el próximo jueves, todo volverá a ingresar en los carriles normales. Entonces seguramente el foco de atención cambiará de rumbo, y quizá River vuelva a entrar en la escena de la crisis. El equipo de Núñez perdió ayer la punta del campeonato local y, si no supera la barrera del Corinthians esta semana, el técnico Manuel Pellegrini vivirá un sismo posiblemente superior al de su colega.
Estos hechos son el fiel reflejo de que, más allá de los pedidos de superación, este fútbol no puede escapar del padecimiento generalizado que rodea al país. El arquero suplente de Colón, Diego Ribas, aclaró que pensó en quitarse la vida, después de las pérdidas que sufrió en su hogar por las inundaciones en Santa Fe. Sin embargo, Ribas tuvo que sentarse ayer en el banco de suplentes para visitar a Boca, en un programa que la Asociación del Fútbol Argentino no podía “levantar”.
Y como para agregar más desconcierto, el presidente de la AFA, Julio Grondona, dio a entender que ante el menor contratiempo que pudiera sufrir Marcelo Bielsa, el ahora entrenador de Estudiantes, Carlos Bilardo, está en carrera para hacerse cargo de la Selección Argentina...