FALTA TEVEZ, SE OSCURECE EL ATAQUE
Cuando no sale el gol
Por Ariel Greco
Sin Carlos Tevez, Boca pasó con éxito las pruebas que significaban los clásicos ante River y San Lorenzo. De esa manera, el equipo de Carlos Bianchi logró atenuar la discusión sobre la dependencia o no de su delantero estrella. Sin embargo, lo que queda claro es que con Tevez lesionado, el principal déficit del equipo es la falta de gol. Por más que en casi todos los partidos domina a sus adversarios y genera más chances que sus rivales, le cuesta traducir esa ventaja en el marcador. Tal vez por ello todavía esté haciendo cuentas y no haya podido dar la vuelta olímpica. Con Tevez en el campo, Boca anotó 23 de sus 27 goles. En cambio, con su goleador ausente, apenas pudo convertir cuatro en cinco juegos.
En los últimos cinco partidos, Boca sólo anotó tres goles. Esa racha incluye la derrota 1-0 con Newell’s, los empates 0-0 con Independiente y Quilmes, y los triunfos 2-0 ante River y 1-0 ante San Lorenzo. De esos encuentros, Tevez apenas jugó en Rosario y el primer tiempo, lesionado, ante Independiente. Y aun en los dos partidos que ganó, Boca padeció para convertir. En el Monumental dilapidó más de diez situaciones antes de asegurarse la victoria y ante San Lorenzo no pudo liquidar el juego pese a que su rival se quedó con dos jugadores menos. Además, en los otros dos partidos que se perdió Tevez, Boca no ganó y apenas marcó un gol de penal (0-0 con Lanús y 1-1 con Talleres).
A pesar de la mala racha, el conjunto de Bianchi es el más goleador del campeonato, con 27 tantos. Claro que 23 de ellos los consiguió en los once partidos en los que Tevez estuvo en la cancha. Un dato que marca la importancia del delantero en el esquema de Bianchi es que, a pesar de su lesión, todavía duplica en goles al segundo anotador de Boca, que es Matías Donnet. Mientras que Tevez tiene ocho goles, el ex Unión señaló cuatro, y luego le siguen Iarley, Rolando Schiavi y Sebastián Battaglia, con tres.
Ayer, ante Quilmes, Boca se encontró con el panorama habitual de las últimas jornadas. Generó muchas más chances que su rival, pero no logró que se reflejara en el resultado. Y otra vez el principal protagonista fue Iarley, que demostró nuevamente que es mucho más importante en el armado que en la concreción. El brasileño tuvo cuatro ocasiones muy claras, pero no las supo resolver.