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Por Adrian De Benedictis

Después de lo que se vio ayer en el estadio de River, se puede entender por qué Leonardo Astrada reconoció durante toda la semana que el equipo todavía tiene muchas cosas para mejorar. Pero, principalmente, el aspecto donde más inconvenientes viene presentando es el defensivo. En ese sentido, la última línea fue uno de los factores fundamentales por el cual River volvió a dejar puntos en el camino jugando en su cancha. Los cuatro defensores que se desempeñaron ayer –Gerlo, Nasuti, Gandolfi y Barzola– fueron los mismos que jugaron ante Arsenal, el último miércoles, y ante Estudiantes, la semana pasada. Y al parecer aún están muy lejos de encontrar la sincronización adecuada.
En primer lugar, los mayores desaciertos quedan expuestos cuando los rivales intentan acercarse con envíos aéreos. En muchas oportunidades, los defensores suelen sorprenderse por la aparición de un adversario, quienes suelen cabecear con facilidad. Además, el entendimiento con el arquero Costanzo tampoco es el ideal, y varias veces se producen choques por ir en busca de la pelota al mismo tiempo.
El hombre que se incorporó esta temporada, Danilo Gerlo, hasta el momento no ha mostrado el nivel que había exhibido en Quilmes. El lateral derecho no transmite firmeza total en la marca y lo que era su mayor fuerte, el aporte en ataque, aún no ha sido explotado. En la zona central, Nasuti aporta aciertos y errores en la misma proporción, y encima su temperamento lo lleva a cometer demasiadas infracciones. Por ahora, todo lo que prometía cuando resurgió en el verano pasado no ha sido concretado.
El otro marcador central, Javier Gandolfi, es el que ha mantenido mayor regularidad, luego de su buena temporada en Arsenal. De todas maneras, tiene poco entendimiento con Nasuti, y eso el equipo lo sufre demasiado. En el encuentro de ayer, Gandolfi salió lejos del área a marcar a sus rivales, y dos infracciones hicieron que se fuera expulsado a los 34 minutos del segundo tiempo.
Por el lado izquierdo, el juvenil Barzola fue ayer el destinatario del malestar de los hinchas de River. El ex Argentinos no pudo contener a Marino y a Borghello, que se movían por su sector, y tampoco tuvo precisión en la cesión de la pelota. Encima no pudo contribuir nada en ataque. El entrenador lo reemplazó a los 13 minutos de la segunda mitad por Cuevas.
Entre los que podrían ingresar en esta cuestionada defensa se encuentra Fernando Crosa, que ayer se desempeñó en el partido preliminar sin ningún problema físico. Mientras, se siguen recuperando de distintas lesiones Tuzzio y Juan Fernández, quienes ahora son extrañados por muchos simpatizantes.