Los hinchas de River protagonizaron serios incidentes, fuera del estadio, y la Policía Federal arrojó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los más revoltosos. “Hubo incidentes menores porque la hinchada de Boca salía con lentitud”, explicó el jefe del operativo de seguridad, Jorge Oriolo. El comisario Carlos Cheroni, a cargo de la comisaría 51ª, confirmó un saldo de “cuatro policías lastimados y ocho simpatizantes detenidos”, cuatro por los incidentes y los restantes por tenencia de drogas.