LA VISION DE LOS ESPECIALISTAS
“Un panorama poco alentador”
Por Adrián De Benedictis
Este complejo momento también es analizado profundamente por los distintos especialistas, y Líbero consultó a dos profesionales que aportaron su conocimiento para intentar clarificar el tema. Viviana Epelbaum, licenciada en nutrición, cree que “esta situación de la alimentación no está relacionada con la falta de recursos. Existen programas pro-huerta, a corto plazo, donde los pocos recursos pueden rendir bien. Hay que brindar mucha información, ya que la mayoría de la gente no sabe de todo esto”.
Epelbaum también brindó los principales consejos para la correcta alimentación de los futuros deportistas: “Principalmente, hay que cubrir las recomendaciones de calcio con lácteos, las recomendaciones de proteínas con carne, frutas y verduras; y por supuesto, vitaminas, pastas y huevos. Esto es clave, porque hasta los dos años se desarrolla el cerebro en crecimiento, y si eso no se cubrió después no se recupera. Es fundamental la capacidad mental para desarrollar la actividad física, sobre todo por la fuerza, dinamismo y reacción”.
Acerca de las bases para intentar cambiar este rumbo, Epelbaum indicó:
“Desde mi lugar existen dos grupos: están los profesionales que concurren gratuitamente a los comedores comunitarios, donde ahí la información vuelve a ser determinante. Por ejemplo, no se sabe bien cómo aprovechar la soja, que antes se exportaba y se usaba para remover las tierras, y ahora se utiliza para los aceites y un montón de productos que son la base de alimentación de la gente. Y por otro lado tienen que hacer su aporte los ejecutivos que poseen posibilidades económicas”.
Otro especialista, Alejandro O’Donnell, ex jefe de nutrición infantil del Hospital Juan P. Garrahan, comparó lo que sucede en Buenos Aires y el interior del país: “La primera consecuencia de la mala alimentación significa quedarse más petiso, con menos músculos y más limitaciones. Por ejemplo, hay casos precisos en la provincia de Jujuy, ya que allí el tamaño de las personas tiende a ser siete centímetros menor respecto de los nacidos en Buenos Aires”.
Además, O’Donnell señaló que “a pesar de que se vive con mucha pobreza, lo principal es que los niños puedan tomar adecuadamente el pecho de la madre, y en los primeros meses puedan ingerir una comida adecuada. Hay que evitar que crezcan sin gérmenes, y sin diarreas”. Para O’Donnell, el futuro no se vislumbra muy venturoso: “La situación es demasiado compleja, y más allá de que uno mantiene esperanzas de que se pueda revertir, el panorama no es muy alentador”.