OPINION
Y a la final, Boca fue Boca
Por Diego Bonadeo
Las promociones para el Boca-Banfield de ayer pudieron haberse circunscripto a algo así como que Boca “buscará borrar la mala impresión que le dejó haber perdido el fin de semana anterior contra Unión” y que Banfield “intentará repetir su buena campaña del Apertura 2002”. Boca “buscará”, Banfield “intentará”. Y las expectativas parecieran limitarse a esos dos verbos en tiempo futuro, cuando la lógica indica que, en el fútbol actual, todo lo que esté por verse y todo lo que esté por jugarse debería ser conjugado en potencial. Como el país.
De entrada nomás, Boca buscó sin encontrar y Banfield intentó sin mezquindades. La expectativa por la vuelta de Tevez quedaba en eso, porque la única salida de Boca era por Ibarra, que por repetida perdía imprevisibilidad y porque la falta de precisión y de variantes en la mitad de la cancha le quitaba presión a Banfield.
A los trece, Bilos cabeceó con el parietal cambiado –con el derecho un corner desde la derecha– y el 1-0 marcó una diferencia que no existía, para un partido que, en ese menos de cuarto de hora de juego, parecía que recién estaba por plantearse. Si es que se planteaba.
Moreno y Fabianesi era la salida como lanzador, Cervera recibía en general libre para devolver y Bilos no se limitaba a pivotear desde su altura basquetbolística y acompañar las pocas veces que Banfield llegaba sino que también bajaba a buscarse juego. En el descontrol de Boca, Donnet llegó un par de veces y el descanso, para el aburrimiento, llegó sin mayores sobresaltos para ninguno.
Después del entretiempo, y pese al precalentamiento de Moreno cuando faltaban cinco minutos para terminar la primera parte, Boca volvió del vestuario sin cambios, aunque a los ocho ya Moreno reemplazaba a Christovao y, en Banfield, Sánchez a Cervera.
Con el penal con que el Mellizo Guillermo empató el partido a los doce, de a poco cambió todo. Sin ser brillante, Boca se iba pareciendo cada vez menos al de primer tiempo. Mejoró muchísimo Estévez, Alfredo Moreno provocaba, aunque quedó muchas veces fuera de juego y Barros Schelotto -el mejor–, además de marcar el segundo a los veintidós, encontraba con quien sintonizar.
Más cambios. Cascini por Tevez, Delgado por el Mellizo y en Banfield, Carraro por Iván Moreno y Fabianesi. Y Boca cada vez mejor, hasta el gol de cierre de Moreno, en el descuento.