A contener a Las Leonas
–¿Cuál es la idea del viaje a Europa?
–El viaje tiene un objetivo de asistir, contener y ver cómo están Las Leonas que se encuentran en Europa. Por supuesto que hay objetivos técnicos y físicos, pero el más importante es unir los lazos que están en el corazón, pero con la presencia física y con el nexo del entrenador. Para que, a pesar del Atlántico, puedan tener con mi visita una unión a la distancia. Tanto en el aspecto técnico-táctico como en el humano. El jugador que está en el extranjero sufre el desarraigo. Aunque se pueda pensar que están bien, que se encuentran bárbaro, el corazón siempre extraña. Y las personas que están afuera necesitan la contención de su conductor. Tengo contacto a través de e-mails y me mantengo informado de las cosas más importantes que les están sucediendo, pero nunca es lo mismo.
–¿Cambia tu manera de trabajar?
–Mucho. Nuestro equipo estaba acostumbrado a entrenarse entre diez y once meses al año, siempre juntos. Por eso, ahora la preparación tiene modificaciones. Claro que eso trae otros desafíos. De hecho, hay un grupo de jugadoras que se está entrenando en Buenos Aires que, si estuviese todo el plantel, no estarían. Y eso es también muy bueno, porque acrecienta la posibilidad de la elección y entusiasma en cuanto a la ilusión de muchas más chicas de poder estar en la Selección.
Nota madre
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