Domingo, 18 de abril de 2004 | Hoy
ANTICIPO
Después de La banda oscura de Alejandro (1994) y de El vespertillo de las parcas (1997), y apenas aparecido su bellísimo libro mexicano, Carpe Diem (filodecaballos editores, noviembre de 2003), Arturo Carrera vuelve en Potlatch a uno de sus territorios más característicos, la infancia, esta vez para proponer una historia y una analítica del dinero. A continuación, Radarlibros ofrece un anticipo exclusivo.
Que la confidencia efímera no se transforme en parábola. Pero necesito escribir un breve prólogo. Escribo este libro como continuación de los anteriores, donde las series tíos, primos, abuelos, padres, abuelas, tías, primas, pequeñas parcas... parecían carecer todavía de esa amalgama de representaciones que une, liga los órdenes que simulan la gran indiferencia de la infancia. Y ese pega-pega es el dinero. Y sobre todo ese aparente apagón de sentido: el dinero en la infancia. Cuando no sabíamos lo que era –cuando era sólo el eco de un valor que pudo llamarse música. Y cuando no se había esclerosado bajo ninguna denominación donde juntos, la palabra y el dinero, son forzamientos, “inequidades metafóricas”.
EL ESCRIBA RELEE
Pringles, julio, 1954
perro
pe rro
rr o rro
rr o rro
carreta ahorro arruga
parral arriba parrilla
La carreta va totalmente cargada
¡Ahorra!
La Caja Nacional
de Ahorro Postal espera tu depósito.
¡Hazlo ahora que puedes! Te lo devolverá cuando más lo
necesites.
EL ESCRIBA ESCRIBíA
Pringles, febrero, 1954
muñeca
mu ñe ca
ñe ñe
Ñ ñ Ñ ñ
chuño moñito
pañal
pañuelo araña ñandú
SUEÑO FELIZ
Lidia Tuñón soñó que Evita le mandaba una muñeca.
Le contó a ella su sueño en una carta y a fin de año tuvo
la
muñeca soñada.
Desde entonces Lidia es muy feliz.
EL ESCRIBA REESCRIBE
Pringles, invierno, 1954
UNA OBRA DE AMOR
Dora besa con ternura a
su muñeca.
Norberto construye la casa y Fernán acaricia el rifle que
siempre quisieron tener.
Mientras los mayores se lucen en las canchas de fútbol, los
más pequeños viven un sueño en la Ciudad Infantil.
Trenes llenos de niños felices que ríen y cantan recorren el
país.
Es el milagro de la Fundación Eva Perón.
En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños.
EL ESCRIBA REPITE
Pringles, mayo, 1954
CANCION DE CUNA
La ovejita mé,
la ranita cuá.
Duérmete mi nene
que es muy tarde ya.
El gallito quí,
las gallinas có.
Ya se duerme el nene
ahorró, arrorró.
La vaquita mú,
el canario pí.
En mis brazos, nene,
duerme, duerme así.
“Mejor que prometer
es realizar.”
Perón
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