Blogs y política
por D. K.
Otro aspecto –nada frívolo– del mundo blog es su relación con la información. Ya es un lugar común decir que, en el siglo XXI, la propiedad de la información será el eje de la política. Lo que no es tan evidente es que esta propiedad quizás esté sufriendo cambios tan importantes como la propiedad territorial en el pasaje entre el feudalismo y la sociedad burguesa. Los blogs periodísticos constituyen un gran sistema de generación de microcontenidos que ha facilitado la difusión social de la información y la participación de los usuarios en los escenarios de la comunicación pública. Generalmente son amateurs, o periodistas que trabajan en grandes medios, y paralelamente (y en secreto), mantienen blogs firmados con seudónimos. Inclusive hay casos en los que el blog se ha convertido en la única vía posible de comunicación periodística. Ocurre, por ejemplo, en Irán. Cada día existen más blogueros iraníes, generalmente anónimos, que escriben sobre temas prohibidos, como sexo y libertad política. El caso del periodista Sin Motallebi es paradigmático: fue arrestado por el contenido de su blog, acusado de ser contrarrevolucionario y antiislámico, y liberado después de 23 días en prisión, gracias a la presión ejercida por la comunidad bloguera internacional, que difundió el caso y lo llevó a la prensa.
La buena noticia es que, técnicamente, no hay forma de bloquearlos, y siendo cada vez mayor el número de blogs, hay pocas posibilidades de evitar su producción. En Irán, una mujer puede ser arrestada simplemente por caminar por la calle con un amigo del sexo opuesto. Por eso hay cada vez más blogs de mujeres, en los que ponen su vida privada en palabras, o quizás habría que decir que esas vidas privadas existen solamente a nivel discursivo. Blogueo, luego existo, sería el lema. Según las declaraciones del presidente iraní, Mohammad Khatami, en las Naciones Unidas, el tercer idioma en cantidad de blogs –después del inglés y el francés– es el persa. En realidad, en estadísticas electrónicas de la web, el portugués es el que ocupa el segundo lugar, y el francés el cuarto. El español aparece en séptimo lugar, después del alemán y el polaco. Lo cierto es que el persa está –efectivamente– en tercer lugar. La razón de la expansión de los blogs en Irán es técnica: antes de la expansión del unicode, una herramienta para codificar las páginas web, los iraníes tenían muchas dificultades para producir páginas con su alfabeto. Ahora, es tan simple para el persa como para cualquier idioma occidental. Otro dato curioso: el vicepresidente de Asuntos Legales y Parlamentarios de Irán, Mohammad Ali Abtahi, tiene un blog que mantiene en persa y en inglés, en el que inclusive hay fotos que lo muestran con Mandela y con Fidel Castro. Un pequeño recuadro en la página, donde los blogueros suelen definirse a sí mismos y al blog, dice: “Déjenme ser yo mismo –Mohammad Ali Abtahi– más allá de mi status oficial y mi función gubernamental”.
En The Bagdad blog, los textos de Salam Pax son un registro de los últimos momentos del gobierno de Saddam Hussein, un relato irónico de quien testimonió uno de los principales episodios del comienzo del siglo XXI, calificado por el periódico The Guardian como “el más vívido relato del conflicto en Irak”. Los iraquíes tienen acceso a Internet en sus hogares desde el 2001 y, como gran cantidad de los sitios estaban bloqueados, era necesaria una alta cuota de creatividad para seleccionar los términos de búsquedas y acceder a la información. Salam Pax comenzó a escribir su blog para encontrar a un amigo, pero tuvo la mala –¿o la buena?– idea de colocarle un hipervínculo a un blog que indexaba otros blogs iraquíes, en general religiosos y oficialistas. De 20, sus lectores pasaron a 3000 y, cuando estalló la guerra, fue citado en numerosos medios, lo que se convirtió en un verdadero peligro para Salam. Blogs como éste dieron lugar a lo que se conoce como warblogs, tanto de ciudadanos iraquíes como de corresponsales de la BBC o de la CNN. Esta última, nada entusiasta de los blogs, le ordenó a su enviado en Irak que interrumpiera la publicación de su warblog personal (Kevin Sites). Es innegable, entonces, que molestan: los blogs periodísticos serían algo así como radios piratas de la web, que sirven tanto a una comunicación masiva como interpersonal y, sin dudas, esto implica una transformación en la esfera de la opinión pública.