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Jueves, 7 de marzo de 2002

El tiempo no para

EL UNICO “NO” QUE ME GUSTA

Por Charly García

El ‘92 es un año difícil de recordar. Ese año, para mí, fue el verdadero final de los ochenta y el verdadero principio de los noventa. Mi vida estaba copada entre el regreso de Serú y lo que iba a ser La hija de la lágrima... Eso explica por qué recuerdo tan poco de esa época... Pero me acuerdo bastante bien de cuando salió el No.
Me parecía bueno que en el diario hubiera lugar para que se divulgara y se discutiera la obra de los artistas, y para que los chicos de las bandas under avisaran las fechas de sus shows. Y el nombre, No, siempre me pareció humorístico, tajante y provocador, como los nombres The Police o Serú Girán. Además, siempre es mejor “No” que “Más o menos”... El River-Boca que planteaba con el Sí de Clarín me resultó divertido. En realidad, a mí nunca me gustaron las palabras que empiezan con “no”... salvo el Suplemento No. Así que, felicidades, chicos, y no tengan cargo de conciencia por el nombre.

ROTUNDO Y CLARO
Por Iván Noble
Antes que nada, saludos por el aniversario. He leído mucho el No y durante muchos años –recuerdo especialmente cuando empezábamos con los Caballeros de la Quema–; aunque ahora, desde hace un tiempito, dejé de leer diarios. La gran virtud del No fue siempre plantearse a sí mismo como lado B, en un mundo en el que sobran los lados A. El No siempre husmeó por debajo de lo evidente, y gracias a eso pudo dar atención a muchas bandas antes de que se hicieran conocidas. Y en cuanto al nombre... No voy a hacer filosofía, pero es rotundo, es claro, y está muy bien. Felicitaciones.

VITAL PARA LA CULTURA POPULAR
Por Palo Pandolfo
El No surge hacia un Sí, casi como un hecho belicoso. Pero lo bueno es que lo sacaron un jueves, lo que aparece como una estrategia pacificadora dentro de la violencia. Implica una opción válida para obsesionarte por los suplementos jóvenes sin tener que comprar dos diarios el mismo día. Durante años, para mí, fue una obsesión comprarlo. Ideológicamente, se montan en la palabra (No) y toman el perfil más under, menos fashion, que resulta saludable. Están cubriendo un espacio que es vital para la cultura popular. Lo importante es que nunca se olviden de darle la trascendencia que le dieron durante estos diez años a todo lo que sea nuevo, under; la vanguardia y la rebeldía. Lo contestatario es lo que caracteriza al No por sobre todas las cosas.

EL LADO B
Por Erica García
Cuando nació el suplemento, no me gustó que se llamara No, me parecía una referencia innecesaria a su hermano mayor, el Sí. Ahora, a la distancia, comprendí que en su pasión de periodistas tal vez les gustaba mostrar otra cara, el lado B, la información alternativa a la que se estaba dando, por eso necesitaron oponerse desde el nombre. Y está muy bien. Les agradezco además el apoyo que me dieron todos estos años: debodecirles que toqué el cielo el día que Liniers me incluyó en sus dibujitos; Liniers es lo más. Aparte de lo que les puedo decir como música, les hablo como lectora: no saben de qué manera influyen en cada chico que los lee, o tal vez lo saben y por eso escriben así. Sigan negándose a todo, es la única forma de encontrar otras respuestas. En honor a su cumpleaños, por hoy, dejo de ser positiva y me convierto en negativa. ¡Felicidades!

MENOS MASIVO
Por Pappo
Rescato del No la buena tarea periodística a nivel información, pero me parece que no están muy interiorizados acerca de ciertas bandas que existen y ni siquiera las nombran. Por otra parte, me parece que cuando arrancó, hace 10 años, tenía más fuerza popular que ahora. A lo mejor me equivoco, pero últimamente noto que está en un terreno menos masivo. Otra cosa notable es que nuestro país tiene una dificultad: a toda la Nación le falta rock and roll. Hay mucha confusión a nivel nacional de lo que significa el rock y esto les toca a los medios también. Esto no es por culpa del diario ni del suplemento sino por la información que pasan las compañías grabadoras, que siempre está para el carajo. Lo bueno es que siga saliendo con buenas alternativas, como por ejemplo la colección de CDs que saca el diario los domingos.

DERECHA E IZQUIERDA
Por Leo García
Siempre es importante decir no. Es el suplemento de música que más apoya lo alternativo, tiene una visión subterránea muy interesante. Además, está bien que no se divida a los artistas entre mainstream, underground o independientes, sino que se los trate a todos de la misma manera. El ejemplo está en la contratapa, en la que puede haber un comentario sobre algo mío al lado de una información sobre una gira de los Rolling Stones, o sobre alguien súper grosso a nivel mundial. Lo destacable es que nivela a todos. Por otra parte, pienso que ocupa un lugar importante que se complementa con el otro suplemento; si bien aparece como la contracara, creo que ambos no serían lo mismo si no existiera el otro. Hay como una cosa de derecha-izquierda, que no podría definir bien, pero que está y se nota.

PROFUNDO Y DIRECTO
Por Cucho
Durante mucho tiempo fui muy seguidor del Sí, hasta que después empecé a descubrir Página/12 por el guitarrista de Los Auténticos, ferviente lector del diario, y comencé a pispear el No. Si bien al principio me calentaba porque el grupo recibía muchas críticas, después noté que nos fuimos ganando un respeto, un lugar dentro del medio. Me parece que este suplemento, a diferencia de otros medios, es más fuerte, tiene críticas profundas y directas, y es más ácido en los comentarios. Se nota que el criterio periodístico no está ligado a intereses comerciales, y eso me gusta.

NOS ABRIO LAS PUERTAS
Por Cristian Aldana
Como rockero de ley, utilizo el No a todo nivel, tanto para informarme como para dar a conocer mis cosas con el objetivo de que sean vistas por el ojo del suplemento. Recuerdo que cuando me dijeron que había un suplemento llamado así, pensé que me estaban jodiendo... Hasta que compré el Página y lo comprobé: existía. Me parece importante que haya espacios masivos donde los jóvenes se puedan expresar, porque antes era todo muy under, revistas que yo leía como la Canta Rock o la Toco & Canto, que no eran de alcance tan masivo. Gracias al No, me transformé en un adicto al diario para enterarme de todo lo que sucede en el mundo y en nuestro país a nivel rock. Además es imposible dejar de leer a Clarita, ese chiste es alucinante. En lo que refiere a El Otro Yo, recuerdo que nos abrieron las puertas para hacernos notas cuando no éramos tan conocidos y eso lo hacen sistemáticamente con todas las bandas que pintan con futuro.

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