Domingo, 13 de marzo de 2016 | Hoy
INEVITABLES
Primero existió la leyenda de un ladrón misterioso en la París de principio de siglo. Su sombra se extendió en decenas de folletines y una pentalogía de películas dirigidas por Louis Feuillade. Pero quizás la más mítica encarnación de este genio del crimen sea la que produjeron Robert Desnos (libreto) y Kurt Weill (música) en su radioteatro 1933, considerado en aquel momento una verdadera superproducción. Es ese ladronzuelo más escurridizo que el correcaminos que el año pasado llevaron a escena del Teatro Colón un equipo integrado por Ricardo Ibarlucía (adaptación), Walter Jakob y Agustín Mendilaharzu (dirección), y Gabriel Chwojnik (música). Partiendo de ese radioteatro, Veladas Fantomas es una suerte de compilación de fechorías, un grandes éxitos de Fantomas. Con Julián Larquier Tellarini, Horacio Marassi, Marcelo Mariño, Margarita Molfino, Jorge Prado, Pablo Sigal, Alberto Suárez y Katia Szechtman.
Viernes y sábado a las 21 y domingo 19.30, en Hasta Trilce, Maza 177. Entrada: $80
Luego de cinco años de su celebrado espectáculo Un hueco, que transcurría en el vestuario de un club de barrio, la compañía homónima vuelve con Prueba y error. Según cuentan, la frase disparadora de la pieza fue de John Cassavetes: “Como artista me siento en el deber de intentar muchas cosas pero, sobre todo, atreverme a fallar.” La historia es la de un artista plástico frustrado y la relación con su hija de 10 años. El drama avanza de a saltos en torno a su vida: el desamparo de su mejor amigo, la relación con su hermana y el cuidado de la niña. Estos vínculos conforman un universo familiar tal como Cassavetes los presentaba: el maltrato a los más débiles nace de la frustración, los hijos como testigos de la furia de sus padres, el deterioro psíquico de los personajes y una ansiedad generalizada por vivir. Siempre con la dirección de Juan Pablo Gómez y el trío de actores Alejandro Hener, Nahuel Cano y Patricio Aramburu, al que se suman Anabella Bacigalupo y la jovencísima Luna Etchegaray.
Jueves a las 21, en Timbre 4, México 3554. Entradas: $150.
“No preguntes, vívelo”, es lo único que canta una y otra vez Maxi Prietto en “Vívelo”, el tema que abre su flamante debut oficial como solista. Y es lo que parece decirse a sí mismo respecto del rhythm’n’blues bien porteño que abraza durante sus doce temas, levantando orgullosamente la antorcha de Manal y otros clásicos del rock nacional. A diferencia de Prietto Viaja al Cosmos con Mariano o Los Espíritus, sus otros proyectos grupales, Prietto siempre había grabado en la soledad de su cuarto sus discos solistas caseros previos, colgándolos enseguida en su bandcamp –el último fue de boleros, La última noche (2013)–, sin salir a tocarlos en vivo. Pero ya ha debutado presentando este primer trabajo grabado en estudio, acompañado por una banda que incluye al baterista Pipe Correa (Los Espíritus), Miguel Tennina en piano y Damián Manfredi (La Familia de Ukeleles) en contrabajo. El álbum incluye nuevas versiones de “Ay corazón” y “Error blues”, que habían formado parte de los discos caseros Casa (2009) y Casa II (2010), respectivamente, y también el tema “La 844”, compuesto para la banda de sonido de la película El hijo de Dios.
El subtítulo del debut del cuarteto integrado por Ernesto Jodos en piano, Sergio Verdinelli en guitarra, Javier Moreno en contrabajo y Rodrigo Dominguez en saxo es “Ya no quedan”. Y seguramente haga referencia también a cuartetos de lujo como el que ellos han formado, cuya génesis se remonta a un llamado que el español Moreno le hizo a Jodos cuando estuvo de paso por Argentina, tres años atrás. En abril del 2015, durante una nueva visita que se extendió por casi un año, el ya establecido cuarteto registró este disco –editado por el sello rosarino BlueArt– que incluye temas firmados por todos sus integrantes, y además un arreglo de Moreno sobre las canciones folklóricas del italiano Luciano Berio.
Una de las pocas cosas (realmente) buenas de La chica danesa es la presencia de la joven actriz sueca Alicia Vikander, nominada en la categoría Mejor Actriz Secundaria por su encarnación de Gerda Wegener –la esposa del personaje de Eddie Redmayne– en la última entrega de los premios Oscar. Casi cuatro años atrás, todavía como actriz de cabotaje nórdico, le tocó en suerte interpretar a la princesa británica Caroline, casada con el rey Christian de Dinamarca a mediados del siglo XVIII. Film de época y de trajes, de cortes y de traiciones, La reina infiel (A Royal Affair es su título internacional) –que nunca pasó por las salas de cine argentinas– tiene ahora una edición local tardía en dvd, excelente ocasión para apreciar las dotes actorales de la ahora globalizada Vikander, acompañada aquí por Mads Mikkelsen, el actor (y sex symbol) danés a quien pudo verse hace un año en el drama La caza y hasta hace poco como protagonista de la serie Hannibal.
Hace apenas una semana fue lanzada una nueva plataforma online dedicada exclusivamente al cine latinoamericano. Retina latina promete desde su sitio web promover, difundir y distribuir películas latinas de manera “pública y con acceso gratuito” y fue desarrollada por entidades ligadas a las industrias cinematográficas de Bolivia, Perú, Ecuador, México, Uruguay y Colombia. Una excelente noticia que se suma a la reciente aparición de la plataforma argentina Odeón, ampliando el menú cinéfilo del espectador/internauta inquieto. Por el momento, se pueden ver largometrajes como La vida útil, el notable debut del uruguayo Federico Veiroj, o el clásico de Arturo Ripstein El imperio de la fortuna, entre otras varias docenas de films de ficción y documentales, lista que promete ir ampliándose en los próximos meses.
Poco y nada llega a estas costas de la prolífica industria de cine de la India. El estreno de Court, ópera prima del realizador Chaitanya Tamhane que se llevó varios premios en el Festival de Venecia y, hace casi un año, resultó ganadora de la Competencia Internacional del Bafici, es entonces una excepción a la regla, casi un milagro. El film sigue las peripecias legales de un poeta anciano que es detenido por el contenido de sus canciones y acusado de incitar el suicidio de un trabajador empobrecido. Algunos pasajes de la vida personal del abogado defensor, la fiscal y el juez del caso recrean una pintura comunitaria que iluminan las zonas más contradictorias de una sociedad moderna plagada de atavismos legales y culturales. El resto es un infierno burocrático que pone en riesgo la salud del acusado, registrado por el realizador con un gran rigor formal y una mirada que pone de relieve la humanidad por sobre las instituciones.
Ambientada en Lima, esta ópera prima de Salvador del Solar –protagonista como actor de la versión cinematográfica de Pantaleón y las Visitadoras– es una variable de policial urbano que cuenta la trama de la extorsión con la que un ex soldado de ejército peruano intentará vengarse de sus antiguos jefes. Además de dirigir, Del Solar encarna a Magallanes, que extosionará a la familia de su ex comandante, encarnado por Federico Luppi, en un papel pequeño pero fundamental. Como policial, la película utiliza muy bien los escenarios limeños, pero cuando su trama comienza a perder vuelo dentro del género, e incluso amenaza desbarrancar, es rescatada por el papel de Magaly Solier, en el papel de sobreviviente de las matanzas de Ayacucho y un final que recuerda de manera contundente la impunidad de aquellos crímenes de estado.
Que las señales infantiles pueden deparar más de una sorpresa al televidente adulto no es ninguna novedad. El caso de la creación del animador Skyler Page para Cartoon Network, no es demasiado evidente, al menos en una primera visión. El protagonista es un chico regordete y bastante quilombero, usualmente acompañado por un par de amiguitos: el anarco-punk Sumo y Jeff, un típico niño aplicado cuya cabeza es, literalmente, rectangular. Muchos episodios comienzan describiendo la vida escolar o la relación con padres y tutores, pero inevitablemente la cosa vira hacia el desastre físico o el más franco de los absurdos. O ambas cosas a la vez. “In Dreams” y “Tuckered Boys”, dos de los mejores capítulos de la primera temporada –que suelen repetirse constantemente en la señal de cable– giran alrededor de los sueños o la falta de él. En el primero, como en una pesadilla lyncheana, Clarence no puede despertar de una narcosis surrealista; en el segundo, el trío de muchachos se obliga a no dormir durante una noche, provocando un trip lisérgico que incluye extraños seres del bosque, luces estroboscópicas y un Copérnico volador.
Todos los días en horarios rotativos, por Cartoon Network.
El último capítulo de la trilogía shakesperiana de Matías Piñeiro, ganador del premio a Mejor Película Argentina en el último Bafici, retoma algunos tópicos y repite las superficies lúdicas de sus anteriores Rosalinda y Viola. En La princesa de Francia, que comienza con un extraordinario plano secuencia que es puro movimiento y ritmo urbano, alguien regresa de un viaje a Buenos Aires y comienzan las sutiles deslealtades y confabulaciones, amorosas y de otro tipo. La pintura, el teatro y la radio son el telón de fondo de una serie de trayectorias personales que se rozan, separan y chocan. El grupo de actrices del clan Piñeiro incluye a Romina Paula, María Villar y Agustina Muñoz, brillantes y pérfidas, amorosas y distantes. Película ligera y elegante, La princesa de Francia se exhibe mañana, casi en horario central, en la señal de cable I-Sat.
Lunes 14 a las 20:40 horas, por I-Sat.
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