Domingo, 2 de enero de 2011 | Hoy
INEVITABLES
Dijeron de mí
Dijeron de mí juega y fantasea en los laberintos de una mujer transgresora y apasionada, Tita Merello. Este unipersonal escrito e interpretado por Virginia Innocenti, con dirección de Luciano Suardi se atreve a respirar en una noche el aire de cinco décadas signadas por la presencia de este personaje genuino, polémico y trasgresor que logró imponerse en un espacio hasta entonces reservado a los hombres. Tita y Virginia se entregan plenamente en esta puesta. Fuego y llama donde arderán recuerdos de vida. Aquellos que Tita le susurra a Virginia para que ésta los cuente, los recree y los comparta. Tita le presta su piel. Virginia pone el cuerpo, la voz y la emoción. Tita la escucha en carne viva y le dice: Seguí, piba seguí. ¿Adónde?, si la vida es un sendero sin señales. Y Virginia sigue aceptando el desafío.
De miércoles a domingos a las 21 Maipo Kabaret, Esmeralda 443. Entrada: desde $ 90. Reservas: 4322-4882/8238.
Todos eran mis hijos
Desde la semana entrante vuelve a escena el clásico del teatro contemporáneo escrito por Arthur Miller, bajo la dirección de Claudio Tolcachir, con Lito Cruz, Ana María Picchio, y elenco. A partir de marzo la obra emprenderá una gira nacional que se extenderá durante todo el año. La pieza de Miller pone en escena los conflictos de una familia norteamericana golpeada por la Segunda Guerra Mundial. Joe Keller —Lito Cruz—, el carismático patriarca, es un próspero comerciante y miembro respetado de la comunidad. Kate Keller —Picchio— vive aferrada al anhelo de volver a ver a su hijo Larry, piloto del ejército norteamericano desaparecido en acción. La apacible cotidianidad de los Keller se ve amenazada con la llegada de los hermanos Anne y George Deever, quienes develarán un secreto largamente guardado.
Miércoles y jueves a las 21, viernes a las 21.30, sábado a las 22, domingo a las 21, Teatro Apolo, Corrientes 1372. Entrada: $100.
Espíritu Salvaje
”Ahora que soy jovencito quiero salir a ver lo que no pasó, y lo que pasó y pasará”, cantan los Onda Vaga en “Jovens”, uno de los primeros temas de la casi veintena que componen su segundo opus, con el que confirmaron su sorprendente éxito, que casi se podría decir que es el de la escena indie porteña de la última década. Formados de casualidad cuatro veranos atrás en el Cabo Polonio, el quinteto original —integrado por Nacho Rodríguez y Marcelo Blanco, dos ex Doris, y Marcos Orellana y Tomás Gaggero, de Michael Mike, más el agregado de Germán Cohen, de Satélite Kingston— tuvo su debut porteño en agosto del 2007, y con Fuerte y caliente (2008) ya supieron ser apadrinados primero por Fito Páez y luego por Manu Chao. Grabado en El Calafate en marzo y abril de este año, Espíritu salvaje condensa el ánimo de los festivos shows del grupo, que sigue llenando fechas en el Konex y se ha ampliado con la incorporación de invitados como Alvy Singer en bajo, Santiago Castellani en tuba y Facundo Flores en percusión. Como bien celebran en “La pipa de la paz”, otro de los temas más celebrados de su nuevo disco, “ahora que nos llueven flores, algunas podemos fumar”. Y de eso se trata Espíritu salvaje, Onda Vaga y también sus eufóricos shows en vivo.
Les Menttetes Orchestra
Liderados por las voces de Adrián Riboira y Eugenia Brusa, el gran lujo del sexteto anglófilo Les Mentettes siempre fueron algunos impresionantes shows con el agregado de una orquesta conducida por Manuloop. Luego de varios EP que terminaron en un debut hecho y derecho —y pese a que sus cantantes brillan como invitados en los traducidos Campos Magnéticos—, el inglés sigue siendo el idioma de este deslumbrante segundo opus orquestado, en el que sólo se extrañan las versiones de “River”, de Joni Mitchell, y “Space Oddity”, de Bowie.
Cómo sobrevivir a un rockero
El vanidoso y decadente rockstar Aldous Snow, un personaje secundario de la divertida comedia Forgetting Sarah Marshall (que, al igual que ésta, fue a parar directo a DVD sin pasar por los cines) tiene una película toda para él. Pensada para el lucimiento del gracioso (o irritante, según quién mire) comediante inglés Russell Brand, Get him to the Greek es menos un relato que una sucesión de escenas por momentos altamente absurdas. El comienzo, con el videoclip “African Child”, es insuperable en su parodia de la confundida “buena conciencia” que acosa a tantas estrellas millonarias, acaso “lo peor que le ha ocurrido al continente africano desde el apartheid”. Y luego hay un argumento, por así decirlo, centrado en el intento de un productor discográfico (Sean “Puff Daddy” Combs) para reunir a la mítica banda alguna vez integrada por Snow, y la misión recae en un fan incondicional del grupo, un tal Aaron (Jonah Hill, el chico gordo de Supercool). Producida por Judd Apatow, Cómo sobrevivir a un rockero está cruzada por innumerables cameos (Pink, Christina Aguilera), entre ellos algunos altamente improbables, como los de Lars Ulrich y el Premio Nobel de economía Paul Krugman.
Tom & Jerry: Edición aniversario
Y uno para chicos, pero antes que nada, para desintoxicarlos de tanto dibujito televisivo malo y políticamente correcto con la saga del gato y el ratón de la MGM. Concebido también para fanáticos de la animación clásica, este DVD doble contiene 30 de los mejores cortos de estos personajes, protagonizando una de las series más salvajes creadas por William Hanna y Joseph Barbera. La treintena incluye unos cuantos ganadores del Oscar, algunos de los mejores y más estilizados cortos creados por el director Chuck Jones en su psicodélico paso por MGM (tras años animando a Bugs Bunny para la Warner), sus famosas secuencias con Gene Kelly y con Esther Williams, y sólo los últimos cinco, pertenecientes a las generaciones más nuevas y menos interesantes de la serie, pueden obviarse perfectamente. Además, en los extras se incluye un documental sobre la evolución visual de los personajes y el lugar que ocuparon en la cultura pop.
Homero Alsina Thevenet: La máquina de escribir
Programado en coincidencia con la publicación del segundo tomo de las obras periodísticas reunidas del periodista y maestro de periodistas —y quien fuera el crítico cinematográfico más importante de América del Sur—, el primer ciclo 2011 del Malba se compone de films sobre los cuales HAT ha dejado escritas sus opiniones en la prosa precisa y de ideas firmes que lo caracterizaban. Hay, por supuesto, varios films de Ingmar Bergman, director del cual fue uno de los primeros críticos en ocuparse seriamente fuera de Suecia; pero también se verán otros cuarenta títulos que no necesitan ningún tipo de pretexto para darse o volverse a ver en cine. Entre ellos, El tercer hombre; de Carol Reed, Cantando bajo la lluvia, de Gene Kelly y Stanley Donen; El halcón maltés, de Huston; El enigma del collar, de Edward Dmytryk; Aventuras en Birmania, de Raoul Walsh; Perros de paja, de Peckinpah; y Jezabel, la tempestuosa, de William Wyler (foto). Para tolerar mejor el verano porteño que recién empieza.
Todo enero en el Malba, Av.Figueroa Alcorta 3415
El ilusionista
Con seis largometrajes y unos pocos cortos, Jacques Tati (1909-1982) armó una obra consistente y de un poder de encantamiento inigualado; una serie de comedias que no necesitó palabras para decirlo todo sobre la alienación del mundo moderno. También dejó varios proyectos inconclusos: uno de ellos es el guión de este largo que alguna vez Tati quiso filmar con su hija, y que Sylvain Chomet, el director de Las trillizas de Belleville, adaptó como film de animación imbuido de su espíritu. Tati es, además del inspirador, protagonista de El ilusionista: ahí está su figura inconfundible en los estilizados dibujos tradicionales (es decir, mo digitales salvo por algún detalle), interpretando a un viejo y solitario mago que en los ‘50, abandonado por el público, comienza una peregrinación en busca de otros lugares donde su arte en extinción todavía sea apreciado.
Dig!
El documental del director Ondi Timoner sigue a dos personajes y una relación que pendula histéricamente entre el odio y el amor: Anton Newcombe, líder de la banda Brian Jonestown Massacre, y Courtney Taylor, de los Dandy Warhols. Unidos en un principio por su postura (o su pose) alternativa, y su rechazo a las imposiciones de la industria discográfica, la amistad entre ambos empezó a tambalear cuando, después de unos años, los caminos de cada banda divergieron, y mientras los Massacre sacaban disco tras disco en ediciones independientes, los Warhols se fueron acomodando a los contratos millonarios y los recitales masivos. Nunca visto en cine ni en DVD por acá, Dig! será el primero de dos documentales musicales que abrirán el juego para la sección I.Doc 2011 los primeros dos viernes de enero: el 14/01 le seguirá Copyright Criminals, de Benjamin Franzen y Kembrew McLeod, sobre el sampleo en tiempos de la piratería. ¿Hasta dónde es lícito tomar fragmentos musicales ajenos para incorporarlos en una nueva grabación?
Viernes 7 y 14 a las 22, Por I.Sat
¡Inmersión, inmersión, inmersión!
Difícil no sentir que nos asfixiamos un poco durante la proyección de una (buena) película de submarinos. De eso se trata, básicamente, este subgénero que ha dado grandes obras y que el canal de los clásicos rescata con un seleccionado que va de la Segunda Guerra a los ‘90 atravesando la Guerra Fría, empezando por el superclásico El barco (Das Boot, de Wolfgang Petersen con Jürgen Prochnow sumergidos en la llamada Batalla del Atlántico a bordo de un monstruo alemán en 1942), y siguiendo por ¡Ahí vienen los rusos! ¡Ahí vienen los rusos! (Norman Jewison, 1966), Estación Polar Cebra (de John Sturges, 1968, con Rock Hudson), El zorro del mar (The Enemy Below, de Dick Powell, 1957, con Robert Mitchum y Curd Jürgens), y la Marea roja, de Tony Scott, con Gene Hackman y Denzel Washington.
Sábados de enero a las 17, por TCM
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