Domingo, 2 de enero de 2011 | Hoy
HISTORIETA > NAOKI URASAWA: DESEMBARCA SU MANGA MONSTER
Niños que planearon el Apocalipsis. Una judoka que sólo quiere ir a la escuela. Un neurocirujano que cura al futuro Hitler y se lanza a su caza. Un monstruo que emprende la búsqueda de su nombre. El universo de Naoki Urasawa, dominado por el destino y las conspiraciones, es la nueva dimensión en la que ha entrado el manga, siguiendo una tradición que va de Astroboy a Akira. Por fin, llegan a Buenos Aires los primeros tomos de su primera obra cumbre: Monster.
Por Martín Pérez
Cuando el año pasado Junot Díaz regresó a su hogar neoyorquino luego de su visita a la Feria del Libro porteña se llevó, entre otras cosas, un ejemplar de El Eternauta. Apasionado lector tanto de ciencia ficción como de historietas, el ganador del Pulitzer por la extraordinaria novela La maravillosa vida breve de Oscar Wao no podía volverse a casa sin la obra maestra de Oesterheld y Solano López, un volumen que podía también utilizar como eslabón perdido entre sus libros de género y una frondosa biblioteca política del Cono Sur que Díaz asegura tener en su hogar. “Me empecé a interesar por la historia de Argentina y Chile cuando era canillita en Nueva Jersey”, confesó. “Muchos amigos míos tenían el mismo trabajo, pero yo era el único que además leía los diarios. Era la época en que empezaban a aparecer noticias de sus dictaduras, y para un latino como yo esas noticias eran la única manera de sentirme conectado con mi vida latina, porque Estados Unidos entonces era un mundo bien cerrado. Además, enseguida vinieron películas como La historia oficial, que tuvo un gran impacto. Y los desaparecidos, por supuesto.”
Un par de semanas después de su partida, a modo de agradecimiento por el regalo –que tal vez alguna vez permita que empiece a presentar Dark América, esa novela que no se deja escribir y en la que sigue trabajando, no sólo como una suerte de Akira dominicano sino también como un Eternauta–, una enorme caja de cartón llegó desde los Estados Unidos. Adentro estaban los dieciocho tomos de Monster, la primera obra maestra del japonés Naoki Urasawa. Fanático del manga, en alguna noche porteña y entre rones y cigarrillos, Díaz supo anotar en una servilleta de bar los nombres de sus recomendaciones, como la bizarra Drifting Classroom o la post apocalíptica Dragon Head. Pero Monster resultó ser claramente la primera de la lista. “Urasawa es un tesoro nacional del Japón, y si no se les tiene miedo a los libros ilustrados, es posible darse cuenta por qué”, escribió Díaz en la revista Time, cuando le preguntaron sobre su placer culpable literario para el anuario del año 2008.
“Para aquellos que disfrutan del suspenso extremo, pero con un buen corazón latiendo por detrás, Monster parece hecho a medida”, agregó entonces Junot, que desde Nueva York bromea al asegurar sentir algo de orgullo ante la noticia de que la obra de Urasawa ha comenzado sorpresivamente a descubrirse este año en los quioscos de revistas porteños, publicada por la editorial local Alarp. Porque tirando del hilo de Monster, es posible descubrir maravillas como la apocalíptica 20th Century Boys o ese inquietante homenaje de Astroboy que es Pluto, los siguientes trabajos de este último gran representante del manga, admirador del mítico Osamu Tezuka y de alguna manera el genuino heredero de Katsuhiro Otomo, el autor de Akira, la última gran obra en trascender las fronteras del género.
“Uno de los logros brillantes de Urasawa, y que es difícil encontrar en otros autores de manga, es el sentido profundo del destino que tienen sus historias, pero narradas con un dibujo sencillo y luminoso, que atrapa al lector”, asegura nada menos que Moebius, un fanático confeso del manga que ubica la obra de Urasawa entre la de Otomo y la de Jiro Taniguchi, el gran representante del nouvelle manga. “Es un gran observador humano, que crea personajes fuertes, y tiene una gran intuición cuando se trata de la naturaleza humana y el destino personal, y ahí es donde nace la particular calidad literaria de sus historias”, dice el mito francés de un autor nacido en 1960, y que a los 21 años publicó su primer manga.
Pero Urasawa asegura que, a pesar de ser un gran fanático de las historietas y dibujos animados durante su infancia –y del rock durante su adolescencia– jamás se imaginó siendo historietista ni rocker cuando creciese. “Por eso es que me puse a estudiar Economía”, explica. Y su leyenda afirma que, con el título bajo el brazo, fue a buscar trabajo a una de las grandes editoriales de manga. “Quería un trabajo de contable, o en producción, pero una cosa lleva a la otra, y salí de esa reunión con un trabajo como autor de historietas.” Su primer gran éxito fue Yawara (1986-1993), una suerte de comedia femenina, protagonizada por una judoka entrenada en secreto por su padre, mientras ella sólo aspira a tener la vida de una adolescente cualquiera, y a partir de allí Urasawa disfrutó del suceso pero también de la indiferencia de la crítica. “Yo aseguraba que no me importaba, pero fue algo que sufrí. Pero después intenté cambiar, y no sólo los lectores me ignoraron porque querían más de lo mismo, sino que la crítica me siguió siendo indiferente.”
Una década tardó Urasawa en poder dedicarse a hacer los mangas que aspiraba dibujar, y el primer ejemplo fue la aclamada Monster (1994-2001). Luego subió aún más la vara con 20th Century Boys (1999-2006), título inspirado por el tema de Marc Bolan, que cuenta cómo el mundo es manipulado hacia su apocalipsis siguiendo un plan trazado décadas antes por un grupo de niños. Si los dieciocho tomos de Monster se convirtieron en un dibujo animado, los veintidós de la épica rocker de 20th Century Boys devinieron en una saga de tres películas. “Quería hacer una historia que tuviera como punto de partida un símbolo extraño, y la trama se me ocurrió en una reunión de viejos compañeros de escuela, muchos de los cuales no reconocí pero, como me saludaban, no me atrevía a preguntarles quiénes eran.” Después de los recuerdos de una infancia de rock e historietas, Urasawa se concentró en Pluto (2003-2009), su particular homenaje a la obra de Tezuka, el autor de Astroboy. Tomando como punto de partida el guión de un capítulo famoso del personaje, The World Strongest Robot, construye una saga emocionante contra el racismo y las guerras, que recientemente se anunció que también será llevada al cine. “Cada vez que dibujaba a Astroboy, sentía una emoción extraña dentro mío. Tal vez porque se trata de un futuro de medio siglo atrás, pero que aún no se ha materializado.” Su última gran obra, Billy Bat (2008), que está publicando semana a semana en Japón (y ya suma 5 volúmenes), es una apasionante y ambiciosa saga de una historieta dentro de una historieta, que a su vez le toma el pelo al símbolo del personaje de Bob Kane.
Según Urasawa, la clave del manga está en el sentido del tiempo. Su dibujo simple, pero detallista, esconde su particular genio a la hora de construir las cajas chinas que son sus historias, siempre ambiciosas, siempre tratando sobre el destino y sobre conspiraciones, pero repletas de guiños y momentos de humor. “La gente no se da cuenta, pero hacer mangas no es un trabajo muy saludable”, ha dicho Urasawa, refiriéndose al imposible ritmo de una veintena de páginas semanales al que suelen estar obligados cada artista junto a su equipo de trabajo. “Mis antecesores murieron a los sesenta años, así que ya no estoy para locuras. Y sin embargo, uno siempre se esfuerza al máximo. Porque la gente no quiere leer otra cosa que obras maestras.” Y desde Monster en adelante, salvo pequeños recreos, Urasawa sólo ha entregado eso: obras maestras. A las que se podrá acceder por estos pagos si la edición de Monster –que recién va por el 2º tomo– prospera, ya que los responsables de sus derechos obligan a publicar sus obras cronológicamente.
Así que dejemos que Junot Díaz se explaye sobre las razones para correr a disfrutar de su manga preferido: “Se trata de la historia del Dr. Tenma, un brillante e idealista neurocirujano, que arriesga su carrera para salvar la vida de un enigmático joven llamado Johan”, escribió en el mismo artículo de Time. “Pero resulta que Johan resulta haber sido programado de nacimiento por una sociedad secreta para ser el próximo Adolf Hitler, o tal vez el Demonio mismo, y es una de las más extrañas, y atractivas inteligencias psicóticas que ha dado la literatura. Olvídense del Profesor Moriarty o de Hannibal Lecter, Johan se los comería a los dos con el desayuno.” Según enumera un entusiasta y fanático Junot, la épica aventura del Dr. Tenma intentando detener al enigmático y malvado Johan involucra asesinatos, travestismo, experimentos nazis, la hermosa hermana gemela de Johan, una vengativa ex prometida con un problema de bebida, un inspector que no puede olvidar y también, y muy especialmente, el más aterrorizante libro infantil que se pueda leer jamás.
“Había una vez un país lejano, donde vivía un Monstruo sin nombre. Se moría por tener un nombre, así que el Monstruo se convenció de iniciar un viaje en busca de uno.” Ese viaje es Monster. Y todos los manga de Uratsawa, un autor que sí ha sabido ganarse su nombre.
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