Al parecer, nada dice “diversión”, “niñez”, “¡albricias!” como las Diez Plagas de Egipto, aquella persistente seguidilla de calamidades que, acorde al Antiguo Testamento, Dios envió a los egipcios para que su faraón dejara que los hebreos partieran con el profeta Moisés. Agua convertida en sangre, lluvia de ranas, piojos, moscas, peste sobre el ganado, úlceras incurables sobre la piel del pueblo, granizo, plaga de langostas y de espesas tinieblas, además de la muerte sistemática de purretes primogénitos, acabó convenciendo a dicho faraón de liberar a los judíos. Y terminó de inspirar creaciones artísticas varias, incluido Exodus: dioses y reyes, el bofeteado film de Ridley Scott; o cantidad de documentales explicativos que –en tono científico– intentaron dar base empírica a la batalla de leyenda acaecida en (presuntamente) la antigua ciudad de Pi-Ramsés en el delta del Nilo. Sin embargo, que tal épica haya atrapado la atención de artistas en el correr de la historia no llama mayor atención; sí lo hace que una empresa de juguetes estadounidense haya decidido usar el tópico para crear máscaras infantiles, amén de que niñatos correteen al son de “¡Soy una horda de sapos!” o “Mirá que bien hago de terrorífico ADN...”.

Con base operativa en Nueva York, la firma de chucherías se llama Rite Lite, y está especializada en productos infantiles judaicos, a juzgar por un catálogo que incluye: arcas de Noé/alcancías, rompecabezas de menorás, entre otras cuestiones. Cuestiones como las mentadas “Máscaras de las Diez Plagas”, producto que incluye la decena correspondiente por el módico precio de 20 santificados dólares. Impagable, de contemplarse su representación Apta Para Todo Público de piojos y tinieblas; en especial, bebés muertos. Finalmente, ¿qué chichillo no quiere actuar de catástrofe bíblica y representar una masacre colectiva? ¡Diversión! ¡Albricias! Y, como menciona en packaging, ¡fiesta para el Séder de Pésaj!