Las fantasías siempre llegan en distintas formas, pero si de eróticos arquetipos se trata, algunos nutren los primeros puestos de la lista. En el caso del mundillo femenino, el ensueño sexual parece cobrar coloratura cuando ciertos personajes evidentes hacen su aparición. ¿Cuáles? En honor al cliché, el bombero, el francés, el profesor de tenis y, sí, el millonario. De allí que dos diseñadores suecos, Mattias Hulting y Peder Wikstrom, hayan decidido aplicar este “conocimiento” a la industria de los juguetes sexuales desarrollando la serie Smile Makers (Hacedores de sonrisas), vibradores inspirados en los cuatro íconos de la masculinidad.

Con humor y originalidad, los productos son el debut de Ramblin’ Brands, marca de una dupla que dio con la idea de estos juguetes sexuales de diseño cuando Winkstrom intentó comprar un vibrador en su ciudad y notó que todos eran “vulgares, aburridos o muy caros”. “Simplemente no había nada accesible en términos de comunicación, diseño y costo”, explica el muchacho al medio especializado Co.Design, no sin antes aclarar que la irreverencia es un plus y los estereotipos “retratados”, un intento por atraer a consumidores globales. Intentona que se suma a otro propósito de los suecos: el de remover el estigma que rodea a los sex toys y posicionarlos en las góndolas al lado de los productos de belleza.

Ahora, ¿habrá nuevas incorporaciones a la lista de fantasías? “¿Para cuándo el profesor, el artista, el nerd?”, se preguntan en la web. “Pronto lanzaremos nuevas fantasías”, responde Hulting. Tiempo de empezar a juntar baterías. Mientras tanto, están los cuatro modelos y sus sabrosas descripciones. Dice del bombero, por ejemplo: “¿Hace calor aquí o soy sólo yo? Bueno, puede que la casa se esté quemando, pero este macho con casco no les teme a las situaciones intensas. Es fuerte. Es valiente. Y, oh dios, te va a levantar la temperatura. Acostate y disfrutá del infierno, damisela en apuros. Tu héroe está llegando”.