TELEVISIóN > TODOS VIERON LA GRAN ESTAFA, LA REMAKE QUE SE HIZO CON MARK WAHLBERG COMO EXCUSA PARA EL RELANZAMIENTO DE MINI COOPER. AHORA, RETRO RESCATA LA ORIGINAL, CON EL GRAN MICHAEL CAINE, BENNY HILL, LOS MINI COOPER ORIGINALES Y EL HUMOR QUE LA OTRA NO TUVO.
El agente Cooper
Por Mariano Kairuz
Esto es, lo que se dice, tener onda: lo primero que hace Charlie Croker en cuanto es liberado de prisión es subirse al auto en el que pasa a buscarlo su chica –robado al embajador de Pakistán–, visitar a su sastre, proveerse de su propio vehículo y encerrarse en una habitación de hotel repleta de bellas señoritas que lo reciben con espíritu servicial. Recién después de este paso-a-paso personal para la reincorporación a la buena vida, se dispone a estudiar el plan de un golpe maestro heredado de su ex jefe, que acaba de morir en un “accidente” en los Alpes. El botín consta de cuatro millones de dólares y todo fue calculado al detalle para sumir a la ciudad de Turín en el caos absoluto, sin discreción ni sutilezas: un verdadero ataque británico sobre territorio continental a un cuarto de siglo del final de la Segunda Guerra. Aunque el efecto de comedia patriotera se haya diluido para quien vea la película hoy por primera vez, lo cierto es que The Italian Job (o Faena a la italiana, según el título con que arribó a las costas rioplatenses en su momento) fue percibida en su época como el epítome de “lo británico” en el cine de acción.
Y, sin embargo, como solía ocurrir por aquellos años, la Paramount quería a Robert Redford para el papel del muy british Croker, al que Michael Caine le aportó aquello con lo que siempre nos convence de que ningún otro podría haber estado en su lugar. Con 36 años de edad –que parecen algunos más–, Caine ya era una estrella gracias a Alfie y ya había hecho tres veces de Harry Palmer, el “James Bond de la clase trabajadora” creado por Len Deighton. Y aunque, una vez más, la película es difícil de imaginar sin él, lo cierto es que prácticamente desaparece de la pantalla en la última media hora, que es cuando queda claro por qué se trata de un hito de la comedia criminal inglesa. Es decir, durante el ballet de Mini Cooper (tres, y de los colores del pabellón del reino: azul, rojo y blanco) por toda la ciudad italiana, paralizada gracias a un pionero de los hackers (Benny Hill, que para entonces ya llevaba quince años en la televisión inglesa) capaz de manejar a voluntad las luces de tránsito turinesas. El recurso hi tech sería profundamente acentuado –como ocurrió con la nueva ola de films-de-gran-estafa de treinta años después– en La estafa maestra, remake protagonizada por Mark Wahlberg cuyo título en castellano negó –signo de los tiempos– uno de los principales atractivos del original: la vocación paisajística europea. (No le fue mal, y se anuncia una secuela para el año que viene.) Coprotagonistas indiscutidos de Caine, los Mini Cooper –ideales, según parece, para subir y bajar escaleras, recorrer estrechos callejones, montarse sobre las vías del tren o del subte o sobre otros autos, y hacer todo tipo de pruebas acrobáticas– tuvieron su propio revival unos pocos años atrás, apoyados por la remake y por otras películas yanquis de aventuras europeas, como fue Identidad desconocida, la primera de la saga de Jason Bourne.
El tono ligero que recorre el film (subrayado por las canciones de Quincy Jones) no debe ser tomado por ingenuidad. Hay, de hecho, cierto cinismo en todo el asunto, incluso en la elección del dramaturgo Noël Coward, emblema en sí mismo de “lo británico”, como el jefe criminal que apoya el plan de Croker desde su celda, donde tiene colgado el retrato de la reina. El inesperado final, por su parte, deja las puertas abiertas a valoraciones ideológicas mucho más interesantes que las de las cerradas y repetitivas remakes de los clásicos del cine de estafadores con que Hollywood decidió inaugurar el siglo XXI.
Difícil de conseguir por años (recién el año pasado apareció una edición limitada en dvd), The Italian Job se emitirá en una muy colorida copia este jueves 31 a la 01.00 hs. (es decir, en la madrugada del miércoles al jueves) en Retro.