Domingo, 17 de septiembre de 2006 | Hoy
MúSICA > EL NUEVO DISCO DE CAETANO VELOSO
A los 64 años, Caetano Veloso decidió coquetear con el rock acompañado por su hijo Moreno: Cê es su disco número 40, y el primero solista de canciones nuevas en seis años. Mientras se espera la edición local y en Brasil ya suena en todas las radios “Não me arrependo”, una balada que arranca con un homenaje a “Walk on the Wild Side” de Lou Reed y habla de su separación de Paula Lavigne, la madre de sus dos hijos más jóvenes, Caetano distingue entre los temas que le gustan y de los que está orgulloso en su carrera y explica por qué el rock es snob, por qué piensa seguir grabando y por qué no va a votar a Lula.
Por Martín Pérez
Como en los viejos tiempos. Así es como se sienten los fanáticos de la MPB en Brasil. Porque a la edición de Carioca de Chico Buarque le acaba de suceder, apenas unos tres meses después, un nuevo disco de Caetano Veloso. Y entonces, como hace mucho tiempo que no sucedía, se repite el clásico Boca-River musical de los años ‘70 en el país del Fla-Flu, en el que un disco de Chico tiene su contrapartida con un disco de Caetano. “Era toda una excitación. Siempre quería oír enseguida sus discos, para saber por dónde andaban sus cabezas”, confesó recientemente Ney Mattogrosso, recordando una época en que la rivalidad entre sus fanáticos era tan contundente que llevó a que los dos grabasen un álbum juntos, el clásico Chico e Caetano (1972). “Aquella rivalidad existía por el deseo de que el preferido de cada uno tuviese más éxito que el otro, pero uno siempre compraba los discos de ambos”, explicó el cineasta Cacá Diegues. “Lo interesante era que ambos representaban las dos principales vertientes de la MPB”, precisa el periodista Nelson Motta. Y agrega: “Siempre fueron dos compositores extraordinarios, y complementarios”. Como no sucedía desde 1993, en el que Chico sacó Paratodos y Caetano celebró junto a Gil con su Tropicalia 2, ambos se complementan nuevamente en las bateas brasileñas, y mientras Carioca ya tiene su edición local –con y sin DVD–, la novedad que aún hay que esperar que se edite acá es el flamante Cê, disco número 40 en la discografía de Caetano Veloso, y el primero en solitario y con canciones nuevas en seis años, que desde la semana pasada ya está sonando en todo Brasil.
Como viene sucediendo con los últimos discos del bahiano, el lanzamiento de Cê está acompañado por un revelador texto escrito por su autor. Reproducido en estas mismas páginas, allí Caetano –entre otras cosas– explica el origen del disco, llega incluso a elegir entre las canciones de su carrera y también confiesa que ya ha escrito demasiadas, y que tal vez debería dejar de hacerlo. Pero, a diferencia de su compinche Gilberto Gil, que acaba de declarar que considera que su etapa de cantante y compositor ya es una misión cumplida, Caetano responde a esas dudas poniendo en la calle un disco con doce canciones nuevas, y todas de composición propia. Su título es el más sencillo posible, un apócope de vocé, por lo que en Uruguay se podría traducir como bo, y en la Argentina tal vez lo mejor sería llamarlo che. Esa inmediatez lingüística quizá responda directamente a la propuesta musical del álbum, interpretado por un trío de guitarra-bajo-batería que recuerda la instrumentación clásica del rock. Claro que se trata de un rock alejado de los clichés, algo que subraya un Caetano que se hace cargo de cada uno de sus 64 años. “No quiero ser rockero. Pero eso no quiere decir que no me gusten Wilco, Arctic Monkeys o The Strokes. Acompañé todo lo que sucedió en los años ‘80 con mucho interés. Y aunque confieso que nunca entendí mucho a Legiao Urbana, cuando vi los trajes de Renato Russo y percibí que era gay, sentí una empatía”, confesó Caetano, que siempre carga contra los preconceptos del rock, algo que hizo también cuando presentó su disco anterior, A Foreign Sound. “Hoy en día, la gente del rock es peor que la del samba, son aún más snobs. Dicen que el rock es lo auténtico, pero por suerte yo soy lo suficientemente viejo como para recordar cuando el rock apareció en los ‘50 y reapareció en los ‘60. Y no me olvido de que, en su primera época, la música de los Beatles era tratada como una basura comercial, sin ninguna respetabilidad.”
Interpretado en sus doce temas junto a un grupo cerrado que ronda los treinta años, Cê ha recibido críticas diversas. Hay quienes lo consideran como el mejor disco de canciones propias de Caetano desde Circuladô, mientras también están quienes se han preocupado por aclarar que no está a la altura de otro de los discos más rockeros de Veloso, el mítico Velô. Mientras tanto, el primer tema de Cê que ha comenzado a sonar en las radios brasileñas no casualmente es “Não me arrependo”, que arranca con un homenaje a la línea de bajo de “Walk on the Wild Side”, de Lou Reed. Se trata de un tema dedicado a Paula Levigne, la madre de los dos últimos hijos de Caetano, de la que se divorció hace dos años. “Es un tema documental y directo. Y se refiere a mi separación. Pero también se podría decir que todo el disco gira mucho alrededor de la idea de separación”, confesó el bahiano. Y agregó: “En la historia del rock hay muchos discos así”. Pero la declaración estelar en las entrevistas y conferencias que Caetano realizó para acompañar la salida de Cê no tiene que ver con la música, ni siquiera con el disco, sino con las próximas elecciones brasileñas. “Voté a Lula y no me arrepiento. Si no, se iba a eternizar ese mito de que el PT era el cielo y que la clase obrera nos iba a llevar al paraíso. Pero no hay nada a lo que tema más ahora que la reelección de Lula en primera vuelta. Porque lo de las mensualidades fue algo escandaloso, que me hizo recordar a Collor de Melo. Así que no soy burro ni maluco como para elegirlo de nuevo.”
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