El nuevo tesoro que Aristimuño tiene entre sus manos todavía no vio la luz: el nuevo disco de Fabiana Cantilo, del cual es productor artístico (cuenta con experiencia en la materia, ya que fue coproductor de Maldigo, el último trabajo discográfico de Liliana Herrero). Le permite a Radar escuchar un (1) tema que todavía no está terminado, y que muestra un cambio fuerte para la cantante rockera. La canción está gobernada por teclados y pianos que se extienden por el horizonte sonoro, con la voz de Fabiana abandonando su zona de confort y adquiriendo un tinte más duro, propio de una sobreviviente de mil batallas que se dispone a dar otra fundamental: la de su reinvención. Y para eso convocó a un buen general, absolutamente capaz de darle la victoria. “Lo de Fabi me llevó gran parte de mi vida; costó, por como es ella: una mujer muy talentosa, una artista de puta madre, y que tiene mucha energía y requiere que estés dispuesto a recibir esa energía varias veces por semana. Yo le decía a mi manager que cuando me tocara trabajar con Fabi, no me pusiera ninguna otra actividad. Me dejaba agotado, pero no el cansancio de levantar cajas de discos, sino por haber prestado mucha atención y haberle puesto mucha energía, pero de la buena.”