En el programa de mano, Beatriz Catani escribe: “¿Cómo aproximarse a Antonio y Cleopatra, a pesar de la conciencia de la imposibilidad de hacerlo?”. Y esa es la pregunta que atravesará toda su puesta que escribió en conjunto con Quico García, la pregunta fascinada por el deseo de montar la obra de Shakespeare y la noción de imposibilidad absoluta. Así, cinco actores increíbles que no abandonan ni un segundo la hora y media de concentración que requiere el espectáculo, narran, actúan, diseccionan y deconstruyen moléculas de la obra en un espacio que podría ser un laboratorio-biblioteca que sirve no sólo para apreciar la belleza del texto sino para pensar sus grandes interrogantes humanos.

¿Creés que es imposible montar un clásico sin reconstruir el texto?

–Casi por impulso surge decir que no es posible trabajar con un texto sin apropiárselo. Más aún con un texto de 400 años, con un clásico. Si no hay algo de ese mecanismo de desintegración (y nueva organización), si no se le falta el respeto, la idea del clásico se termina imponiendo de la peor manera y fosilizando cualquier intento.

¿Qué asuntos de la obra te llevaron a la decisión de abordar problemáticas políticas tales como la revolución?

–Antonio y Cleopatra –como casi todo Shakespeare– es una obra política. Es muy compleja la cuestión de qué dice uno cuando dice que una obra de 400 años es política. Evidentemente, en Antonio y Cleopatra está presentando el fin de una era y el surgimiento de otra. Descreo de la idea de poner una obra en un contexto nuevo, actualizado. Por eso presentamos a portadores de discursos políticos hoy: que ellos sean los que dicen o intentan decir el mundo hoy. No nosotros en empastadas operaciones de modernización.

El título, que deriva de las primeras palabras de Cleopatra en la obra plantea una pregunta sobre el amor, la cantidad y el poder, tal vez los ejes centrales de la relación de Antonio y Cleopatra, ¿cómo creés que la obra intenta responder a esa pregunta?

–Lo increíble, maravilloso, que ocurre en Shakespeare, es que sus perspectivas nunca se cierran y nada termina respondiéndose. ¿Es amor?, ¿es una alianza política inestable? No es sencillo saberlo. La historia se impone a todos sin importar ya el valor del amor, si es o no de verdad, o si es cálculo político de Antonio y/o de Cleopatra. La historia continúa a sus muertes.

Todos los viernes hasta el 25 de noviembre a las 21.30.