The Movie Orgy (1968)

La proyección de casi cuatro horas y media terminó con bastante menos gente en la sala del Ambassador marplatense que la que había al comenzar, pero después de todo así fue pergeñado y alentado por el propio Dante desde que concibió este montaje en crudo -que originalmente alcanzaba las siete horas de duración– de escenas de películas, programas televisivos, publicidades (verdaderas y falsas), clips y fragmentos de noticieros, 43 años atrás, para proyectarlo de modo itinerante en salas de distintas universidades, ante un público que la mayoría de las veces se exponía a la experiencia en previsible estado de fumata. “Siéntanse libres de irse cuando quieran”, dijo Dante antes de comenzar la proyección. “Pueden salir a comer una pizza y volver. Pueden terminar de verla en alguna de las otras dos funciones que quedan, si quieren”. La estructura de collage de The Movie Orgy da forma a una larga cabalgata entre la nostalgia (“Here I Come to Save the Day”, canta El Súper Raton), la mirada camp -acababan de publicarse las Notas sobre lo camp de Susan Sontag, que analizaba el consumo moderno e irónico de materiales populares de las décadas previas–, y la militancia política (hay clips de Richard Nixon haciendo una ridícula declaración pública de bienes, propagandas de reclutamiento militar, y escenas de un simulacro de evacuación de Nueva York ante un eventual ataque aéreo, entre otras piezas extraordinarias), que no pierde el sentido del humor jamás.

The Movie Orgy puede verse hoy, como cierre del ciclo “Mar del Plata en el Malba”, a las 22.10 en, precisamente, el Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415)

Gizmo, el peludito protagonista en Gremlins (1984)

Gremlins (1984)

Steven Spielberg era el director más exitoso de Hollywood cuando convocó a Joe Dante para que realizara uno de los episodios de la película colectiva Al filo de la realidad, que no era otra cosa que una remake para cine de varios capítulos de La dimensión desconocida. Durante su producción, Dante trabajaba ya en este guión que había recibido, como salido de la nada, escrito por un todavía desconocido Chris Columbus (luego responsable de Mi pobre angelito, y de los dos primeros films de Harry Potter), sobre esta mascota peluda y tierna que engendraba unos monstruos salvajes si uno no atendía a dos de tres reglas básicas: no exponerlo a luz, no mojarlo, no darle de comer después de medianoche. La razón por la que Spielberg -que en esa época validaba cada película que producía poniendo su nombre a la cabeza del afiche, un auténtico toque de oro– había llamado a Dante es que la habían gustado mucho Piraña y Aullidos; fue una apuesta personal, que cayó en el momento justo y resultó un éxito inesperado para el estudio. 27 años después, “se ve mucho mejor en una pantalla grande”, dijo Dante, sonriente, presentando la copia en fílmico del mayor éxito de su carrera ante la enorme sala del Auditorium casi llena y definitivamente exultante, antes de retirarse con un “¡Viva Gizmo!”.

Gremlins 2, la nueva generación (1990)

Luego del éxito de Gremlins, la Warner quiso producir inmediatamente una secuela. “Pero yo había quedado quemado de lidiar con los problemas técnicos de los muñecos de la primera película”, explicó Dante, de nuevo frente al público del Auditorium apenas una hora después de que terminara la proyección de la Gremlins 1. “Probaron de todo durante un tiempo: incluso hubo un guión en el que los Gremlins iban a Marte. Se dieron por vencidos finalmente porque jamás habían entendido realmente la primera película. Así que vinieron a mí, varios años después, y me dijeron: podés hacer la película que quieras, pero necesitamos una secuela de Gremlins y la necesitamos para tal fecha. Como esa es una oferta muy rara en Hollywood, la acepté y filmé la película que me dio la gana. Y de paso mostrar lo que pensaba que serían los años ‘90”. Casi toda la película transcurre en un rascacielos ultramoderno e “inteligente”, última pieza del imperio de un magnate multimediático en el que se combinaban Donald Trump y Ted Turner, y cuyos canales de tv anuncian la emisión de “Casablanca: ahora en colores y con final feliz”. “Recuerdo la proyección privada en la que la vimos por primera vez con Spielberg. El estaba sentado en la fila de adelante, y yo podía ver que se golpeaba la frente y decía: ¡con que así van a ser los ‘90!” Imbuida del espíritu de los dibujos de la Warner, llena de homenajes y cameos, Gremlins 2 es una gran parodia de su propia película, y un desquicio: una enorme película clase B disfrazada de estreno mainstream para los estudios. “Es probable que algún día hagan Gremlins 3 porque es una marca muy importante, pero como ha pasado mucho tiempo será más probablemente una remake que una secuela, y lo que es seguro es que va estar hecha no con muñecos sino con muchos efectos digitales, y que no me van a llamar a mí”.

El Hombre Hormiga de la película dentro de la película en Matinée (1993)

Matineé (1993)

La proyección de Matinée en la sala mayor del festival vino a saldar una pequeña deuda: esta obra mayor producida de manera independiente en los ’90 no pasó por los cines argentinos, y fue directo a video. Ambientada en Florida durante la crisis de los misiles en Cuba, Matinée era el homenaje cinéfilo perfecto, porque expresaba el afecto de Dante por una serie de personajes del cine clase B (en especial del rey de los trucos-en-la-sala William Castle), a través de la mirada infantil, inocente pero nunca ingenua, que él supo retratar como nadie, y con el recuerdo patente de la guerra fría, el pánico rojo, y la paranoia nuclear, que eran justamente los temas que tan retorcidamente reflejó aquel divertido cine de los sábados de súper acción de los ’50 y ‘60. “Matinée es una película muy personal”, dijo Dante en charla con el público. “Crecí en los ’50, en una época en que creíamos que cada avión que escuchábamos traía una bomba a punto de caernos en la cabeza. Los chicos de la película tienen la misma edad que teníamos mi hermano y yo cuando ocurrió la crisis de los misiles, y al igual que estos personajes, realmente pensamos que esa sería el último fin de semana de nuestras vidas. Lamentablemente, no tuve la suerte de ellos, de que un realizador de películas de monstruos visitara nuestro cine de barrio durante esos días”.

Los tres chicos de The Hole, la última película de Dante, la primera que hizo en 3D

The Hole (2009)

“Los ’80 son tan populares”, dice Dante, divertido pero un poco incrédulo ante la reacción que obtuvo del público que saturaba la sala mayor del Ambassador en la medianoche del jueves de la semana pasada, justo antes de la primera proyección de The Hole, su última película realizada para el cine hasta ahora, y la primera de su carrera hecha en 3D enteramente digital. De un presupuesto modesto, no consiguió distribuidor en Estados Unidos. Tiene un tono ligeramente retro –chicos viviendo una aventura suburbana de aristas fantásticas–, tal como lo anunció su realizador, desatando la ovación de la tribuna ochentosa presente en la función. Los protagonistas son dos hermanos adolescentes y una atractiva vecina que encuentran en un pozo misterioso y sin fondo en la parte trasera de la casa de los chicos, las proyecciones de sus miedos más profundos. Todo remite, por supuesto, a los años de Los Goonies y Los Exploradores: el punto de vista púber, la vida barrial en la que parece no pasar nada y de la que todos quieren escapar, las familias fracturadas. Una de las preguntas inevitables del festival fue si Dante había visto Super 8 (el experimento retro de Spielberg y J.J. Abrams estrenado meses atrás), pero no: “Me pareció que sonaba tan parecido a algo que podría haber hecho yo que no quise verla. Pero fue un éxito moderado: en Estados Unidos no existe esa tendencia ochentosa que hay en otros lugares, y creo que la ola de remakes de films de esa época solo se debe a que son cosas que están en los catálogos de los estudios, que es lo único que les importa”.

Desde el infierno: trailersfromhell.com

A fines de 2007 Dante inauguró el sitio Trailers From Hell, un espacio destinado a descargar su fanatismo cinéfilo, rescatando films en muchos casos olvidados a través de sus trailers promocionales. Los trailers pueden verse completos en streaming, precedidos por una introducción a cargo de Dante y de muchos otros cineastas invitados, entre los cuales se cuentan Guillermo del Toro y Edgar Wright –a quienes Dante menciona insistentemente como dos de los mejores directores actuales–, además de ex compañeros de la escuela Corman como Allan Arkush y John Sayles, el propio Corman, y otros muchos directores, guionistas y hasta expertos en maquillaje como Rick Baker. El espíritu de Trailers From Hell es parecido al del programa de televisión Filmoteca: crear un lugar alternativo de divulgación. Es cierto que, una vez que uno se interesó por un trailer, tiene que apañárselas para conseguir la película en cuestión, pero el plus es que los comentarios son absolutamente personales, sin otro afán que el de compartirlos con el público. El propio Dante presenta cerca de 100 películas, incluyendo clásicos como La invasión de los usurpadores de cuerpos, Fail Safe o La maldición de la pantera negra, pero también maravillas poco revisitadas, como Verboten! (1959), otro oscuro regreso de Sam Fuller a sus experiencias en el frente de guerra. Una clase de historia del cine atrás de la otra, con el contagioso entusiasmo de un cineclub hecho entre amigos.