Rafael Bielsa cargó sobre sus espaldas todo el peso de la derrota que dejó al justicialismo fuera del gobierno provincial después de 24 años. A las 10.10 de la noche el candidato del Frente para la Victoria dijo que con el 51,80 % de la totalidad de las mesas, la fuerza que encabezó Hermes Binner habá logrado 408.918 votos, que suponían el 46,27 %, mientras que el Frente para la Victoria, con 362.567 votos, que significaban el 41,02 % de los votos escrutados. "Soy yo el que no que no supo transmitir el mensaje a los electores, seducirlos, explicarles la pespectiva de nuestro proyecto", aseguró entre aplausos y gritos de un grupo de seguidores que lo alentaban. Bielsa pidió que se lo exima de explicar la conversación que había tenido con el presidente Néstor Kirchner. Hacia el fin de la conferencia Agustín Rossi, para muchos la figura que en el peronismo sale fortalecida de esta elección, dijo que hay que recuperarse del dolor para poder reflexionar y hacer la autocrítica que corresponde. El gobernador Jorge Obeid no estuvo en Rosario.

"Las victorias tienen muchos padres y las derrotas uno sólo y ese padre soy yo", dijo Bielsa cuando 10 minutos después de las 22 habló en el bunker del Hotel Riviera, donde se congregaron los principales referentes del Frente para la Victoria: su contrincante en la interna Agustín Rossi, el candidato a intendente Héctor Cavallero y la primera concejala electa María Eugenia Bielsa. Había otros referentes que desde las seis de la tarde ocuparon los lugares en el bar pero en ningún momento las caras reflejaron alegría. Todo lo contrario, se percibía, se sentía la derrota. El presidente del partido Norberto Nicotra, el concejal Arturo Gandolla, el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia Alfredo Vivono y el diputado electo Gerardo Rico estuvieron todo el tiempo en el Riviera. Cerca de las 7 de la tarde el encuestador Julio Aurelio subió a la habitación donde se reunían los principales referentes. Llegó para decir que la encuesta le daba un punto arriba al PJ.

Durante cuatro horas a partir del cierre del comicio aparecieron en orden Rossi, Cavallero y María Eugenia Bielsa. Rossi había dicho a las siete menos cuarto que no se guiarían por números provisionales, Cavallero llegó cerca de las 8 y habló como si sólo conociera lo que pasó en su seccional, la 17ª. Ninguno tenía proyecciones mayores. A las 9 de la noche como se había prometido, María Eugenia Bielsa dio una proyección sobre el 14 por ciento de los votos en la provincia. La ahora concejal electa dijo que hasta ese momento no había escuchado el testimonio del tantas veces intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González, derrotado.

Vestido con remera, saco y pantalón oscuros, Rafael Bielsa reconoció el triunfo del FPCS y admitió que el espacio del que era la primer figura tuvo todos los apoyos con cuatro visitas presidenciales, dos de la candidata Cristina Fernández de Kirchner, una del vicepresidente Daniel Scioli y también una del ex gobernador y ahora senador Carlos Reutemann. Durante el discurso en el que Belsa aceptó la derrota, también anunció que renunciará como diputado nacional "porque no me parece decente quedarse en ese lugar". Y tuvo los mayores elogios para el esfuerzo militante de Agustín Rossi. ¡Vamos Rafa, el error es de todos! gritaron desde el público, poco numeroso para la liturgia peronista. En la calle también fue poca la gente.

Bielsa saludó a Hermes Binner en su discurso y le deseó la mejor de la suerte como gobernador de todos los santafesinos. La tensión se tenía en la respiración de quienes estaban en el salón en el que hablaba Bielsa. Para quienes, al menos en la provincia, no están acostumbrados a perder, el resultado se percibía como un fuerte mazazo.