El ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, afirmó que hacen falta 1000 millones de pesos para normalizar la Empresa Provincial de la Energía. La firma estatal necesita una inversión de 250 millones durante al menos cuatro años y, según aseguró el ministro, recién después de esa normalización podrán hacer frente a los reclamos de resarcimiento de los usuarios que durante estos días sufrieron constantes interrupciones del servicio, mayoritariamente por fallas en la red de baja tensión. "Parece que recién ahora la ciudadanía se está dando cuenta de la gravedad de la situación", advirtió el ministro. Fue la respuesta oficial ante las voces que pidieron que la empresa indemnice a los clientes que sufrieron cortes.

El funcionario binnerista se manifestó a favor de regular formas de compensación por la pérdidas ocasionadas. "Lo dijimos en la campaña", reconoció, pero también advirtió que "la EPE es una empresa que ha sido vapuleada sistemática durante mucho tiempo". Ante esta realidad, consideró que "en la actual gestión parece que la ciudadanía se está enterando de ese delicado estado, en buena hora que así sea".

Ante esta situación, el funcionario se excusó de poder atender el reclamo de indemnizaciones "cuando la empresa es deficitaria", aunque reconoció que debería hacerse cuando la empresa sea eficiente y deje de ser deficitaria. Por eso, afirmó que la crítica situación sólo puede revertirse con un fuerte proceso de inversión que llevará al menos los cuatro años de la actual gestión.

Las declaraciones de Ciancio chocaron con los reclamos que se levantaron en la ciudad a partir de los cortes de energía. Con los reclamos que se sucedieron en los últimos días en toda la ciudad, tanto el Defensor del Pueblo de la provincia, Carlos Bermúdez, como el concejal Carlos Comi pidieron que se reglamente un programa de resarcimientos a los usuarios damnificados. Incluso el edil del ARI se quejó porque aún no recibió una respuesta concreta al pedido de indemnización de usuarios de bulevar Seguí al 1000, ingresado formalmente a la empresa, que hace dos semanas pasaron más de 30 horas sin luz.

El concejal precisó que la solicitud representa un caso testigo frente a la ola de reclamos que la empresa enfrenta por la cantidad y duración de los cortes de energía que afectan a toda la ciudad. "Llegó la hora de hacer desde la gestión lo que siempre se ha pregonado, en relación a que la empresa sea eficiente y brinde los usuarios un trato equitativo y digno", indicó Comi, quien consideró que el resarcimiento podría ser a través de crédito en kilowats o de dinero concreto.

Desde el Estado negaron de plano esa posibilidad, al menos en el corto plazo. Recordaron la crítica situación de la EPE, y la urgente necesidad de hacer fuertes inversiones. Luego de anunciar el aumento de tarifas, dos semanas atrás, Ciancio había criticado duramente a la anterior administración por "la herencia recibida". El funcionario dijo entonces que "no había alternativa. Fue una decisión destinada a mantener el equilibrio de la empresa frente a la desinversión registrada en los últimos años".

Y si bien sabía que la empresa tenía un déficit alto, afirmó que una vez al frente de la estructura del Estado pudieron ver la magnitud de la crisis. "Una cosa es analizarlo desde afuera, pero al asumir nos encontramos con una realidad más complicada", admitió. Y dijo que la única forma de revertir la situación de "desinversión, de falta de vehículos y capacitación de personal" era con dinero que "paga el Estado con los fondos que la gente aporta o la paga la tarifa". Es decir que por ahora, no habrá resarcimiento, sino un fuerte proceso de inversión. En esa línea, se esperan para los próximos días importantes anuncios de incorporación de equipamiento para mejorar el servicio.