Santa Fe amaneció ayer jaqueada por otro paro de 72 horas de los choferes de UTA que dejó a la ciudad sin colectivos hasta el viernes. El rechazo del Concejo Municipal de un aumento de 15 centavos del boleto urbano ﷓de un peso a 1.15﷓ que propuso el intendente Martín Balbarrey impactó de lleno en el gobierno municipal y cambió la fisonomía ciudadana: oficinas públicas raleadas, merma en la actividad comercial, tranquilidad en el microcentro y un elevado ausentismo en algunas escuelas con población escolar de barrios alejados, como el Colegio Nacional y la Escuela Normal, donde la asistencia del turno tarde sólo llegó al 10 por ciento, lo que significa que de cada diez alumnos sólo uno concurrió a clases. "El paro es muy preocupante", dijo Balbarrey, quien pidió racionalidad a los concejales que se negaron a votar el tarifazo, entre ellos los dos rebeldes del PJ que responden al ex candidato a intendente Oscar "Cachi" Martínez, a quien acusó de no asumir su caída electoral en 2004. "Me parece que se trata de una derrota no asumida por Martínez en las últimas elecciones", chicaneó Balbarrey al incorporar al conflicto otro ingrediente explosivo: la interna del partido oficial.

Balbarrey negó la posibilidad de aumentar el boleto por decreto, como ocurrió en junio del año pasado cuando lo llevó de 90 centavos a un peso. Pero no descartó en insistir ante el Concejo ahora con otra fórmula: pedirle autorización para aumentarlo por decreto. Una típica delegación de poderes, a la santafesina.

"El conflicto es muy preocupante. Hay sectores que no tomaron verdadera conciencia que no se puede tener de rehén a la población en un paro de transporte", dijo el intendente por LT9.

"El mensaje que enviamos al Concejo Municipal (con un aumento del 15% del boleto urbano) resolvía el problema". Uno puede estar en contra del aumento. Estamos a favor de mantener baja la tarifa y no aumentarla para no impactar en la gente, pero se debe entender que cuando uno tiene que gobernar debe resolver, no hacer declaraciones", dijo Balbarrey. "El aumento tenía un solo objetivo: evitar el paro de transporte", insistió.

El intendente negó la posibilidad de apelar al decretazo para convalidar el aumento ﷓como hizo en junio del año pasado﷓. "Hay que buscar alternativas", expresó, pero no dijo cuáles. "El planteo de las entidades intermedias que se reunieron para buscar un entendimiento, pretendía evitar cuestiones complejas para quien debe movilizarse", aseveró.

Ante otra consulta, Balbarrey cargó contra los dos concejales del PJ que responden a "Cachi" Martínez, Marcelo Ferreira y Sergio López, que dejaron en minoría al bloque oficial y rechazaron el aumento junto con sus colegas de la oposición. "Estos muchachos, en vez de inventar cosas raras deberían proponer soluciones. Me parece que se trata de una derrota no asumida por Martínez en las últimas elecciones", dijo Balbarrey, quien acusó a Ferreira y López de "llamar por teléfono" a su jefe político para pedirle "instrucciones" sobre cómo debían votar en el Concejo Municipal. "Estos concejales quieren ser más oposición que la oposición y no es el caso, porque hasta ahora no he escuchado ninguna propuesta clara de ellos".

Según Balbarrey, los concejales deberían reflexionar, sobre todos los rebeldes. "Deberían poner la mayor racionalidad posible a la cuestión. Hay que tomar conciencia del gran perjuicio que le ocasiona a la gente el paro de transporte. Hay que encontrarle una salida: el aumento no es un capricho sino una negociación para levantar el paro". Precisamente, una de las alternativas que baraja Balbarrey es pedirle al Concejo una delegación de facultades para aumentar el boleto.