El fiscal de Cámaras Nº 3, Raúl Reyes, pidió la indagatoria del ex gobernador Carlos Reutemann por la catástrofe del río Salado en la que ya están procesados por presunto "estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas" tres de sus ex funcionarios: el ex ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli; el ex director de Hidráulica, Ricardo Fratti y el ex intendente de Santa Fe, Marcelo Alvarez. El planteo fue hecho ante la Sala II de la Cámara Penal que ahora deberá resolver si hace lugar al requerimiento fiscal o lo rechaza. En la primera hipótesis, la causa volvería a manos del juez que tramita el proceso, Jorge Patrizi (Instrucción 8ª), para que solicite el desafuero del Reutemann al Senado de la Nación y lo haga comparecer en el banquillo de los acusados. El fiscal solicitó también que se le impute el supuesto delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público", no sólo a Berli, Fratti y Alvarez, sino también a otros tres colaboradores de Lole: el ex secretario de Obras Públicas, Carlos Gómez Galissier; el ex director de Defensa Civil, Carlos Filomena y el ex administrador de Vialidad Provincial, José D'Ambrosio.

El dictamen de Reyes se contrapone al último fallo del juez Patrizi, quien el 19 de abril último -diez días antes que se cumplan tres años de la catástrofe del 2003- procesó a Berli, Fratti y Alvarez por "estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas", pero eximió de culpa y cargo a Reutemann. "No se encontraron en la causa elementos para sospechar del ex gobernador" y citarlo "a prestar declaración indagatoria", afirmó el magistrado. Patrizi dedicó un capítulo de su resolución a explicar por qué no estaba dispuesto a molestar a Lole.

Sin embargo, parece que no todos piensan lo mismo en Tribunales. El fiscal de Cámaras opinó que Reutemann no puede quedar al margen de la investigación y si se pretende eximirlo de responsabilidad por la catástrofe del río Salado ﷓que dejó 23 muertos reconocidos por el gobierno, más de 100 mil personas en el desamparo y un tercio de la ciudad bajo agua﷓ como mínimo, debe pasar por el trance de la indagatoria.

El ex gobernador siempre sostuvo en su defensa que ningún integrante de su gabinete lo advirtió sobre la magnitud de la crecida y los daños que podía causar. "Nadie me avisó", repitió varias veces en público. La tésis apareció después en el fallo de Patrizi que cargó las culpas sobre los dependientes de Reutemann y lo exculpó a él. El juez dio por supuesto que Berli y Fratti ﷓por sus conocimiento técnicos, ambos son ingenieros hidráulicos﷓ estaban en condiciones de evaluar el "riesgo" que vivía Santa Fe y "disponer las medidas adecuadas para evitar o por lo menos mitigar la entrada de agua en la ciudad". Pero los ex funcionarios "no advirtieron la realidad de la situación, a pesar de poderlo hacer, por lo que tampoco podrían haber informado fehacientemente al gobernador acerca de ello", interpretó el juez. Otro supuesto.

En cambio, el fiscal Reyes descreyó de la tesis de Patrizi. Sostuvo que el ex gobernador Reutemann tenía la obligación de "conocer el panorama general de la provincia" y si sus ex funcionarios no le informaron sobre el "riesgo" de la crecida del río Salado en abril de 2003, por lo tanto él "debió haber preguntado".

El fallo del juez Patrizi dividió también a los diez ex funcionarios imputados en la causa en dos rangos. Procesó a tres ﷓Berli, Fratti y Alvarez﷓ por supuesto "estrago culposo agravado", pero dictó la falta de mérito para los otros siete, entre ellos tres ex colaboradores de Reutemann: el ex secretario de Obras Públicas, Carlos Gómez Galissier; el ex director de Defensa Civil, Carlos Filomena y el ex administrador de Vialidad, José D'Ambrosio. Los restantes era secretarios del ex intendente Alvarez en el gabinete municipal.

Pero ahora, el doctor Reyes solicitó que los diez sean llamados a prestar declaración indagatoria y procesados por otro presunto delito: incumplimiento de los deberes de funcionario público. Vaya paradoja, el argumento del fiscal para ampliar los procesamientos es el mismo que utilizó Patrizi para deslindar responsabilidad de unos y otros. Las causas de la catástrofe no fueron solo naturales, también hubo omisiones humanas muy concretas: como dejar una brecha abierta en el cordón oeste de Santa Fe por donde el río Salado ingresó a la ciudad. Un riesgo que se conocía desde las inundaciones de 1998, cinco años antes de la catástrofe del 29 de abril de 2003, según está probado en la causa.

El fiscal Nº 2, Ricardo Favaretto, ya había apelado la resolución del juez Patrizi, pero nunca llegó a firmar un requerimiento como el de Reyes y solicitar la indagatoria del ex gobernador.

Reutemann ya declaró en dos oportunidades por la catástrofe del río Salado, pero como testigo y por escrito. La primera vez, en noviembre de 2003, por una supuesta amenaza de muerte que dijo haber sufrido cuando ordenó las voladuras de terraplenes para bajar el nivel del agua en la ciudad. En abril de 2004 volvió a declarar por escrito, pero ahora en la causa principal. "En ningún momento, entre enero y abril de 2003, fui informado por miembros de mi gabinete, ni verbalmente ni por escrito, sobre el comportamiento del río Salado", se defendió.