Desde Santa Fe.

"Cinco minutos". Ese es el tiempo que Mario Barletta hubiera demorado en despedir al ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, si lo hubiese designado en un gabinete. El presidente de la UCR de Santa Fe y diputado nacional sorprendió ayer al plantear en público que Mauricio Macri debería separar del cargo al ex CEO de Shell Argentina por supuesta "incompatibilidad". "Acá hay un conflicto de intereses" porque Aranguren "no puede ser" ministro de Energía y "al mismo tiempo" dueño de 16 millones de pesos en acciones de Royal Dutch Shell, la casa matriz de la empresa petrolera. "Estas son las cosas que me enojan" porque "es una situación que no se debe sostener", dijo el legislador. "¿Usted le pediría la renuncia?", le preguntaron. "Se la tendría que pedir Macri" y esto "debería tener una resolución inmediata". "Si hay algo que necesita la Argentina es ejemplaridad, demostrar que la gestión de lo público puede estar fuertemente asociada a la transparencia y a la honestidad", respondió.

Aranguren es uno de los 22 funcionarios de Macri que están bajo la lupa por presunto "conflicto de intereses". Hasta diciembre era el CEO de Shell Argentina cuando cruzó el umbral hacia la función pública. Y en su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción reveló que conserva más de 16 millones de pesos en acciones de la casa matriz de Shell. El dato corresponde a su situación patrimonial de 2015. El jefe de gabinete, Marcos Peña ya lo justificó al señalar que "no hay incompatibilidad" porque las acciones de Aranguren no son de Shell Argentina sino de Shell internacional y "son ínfimas respecto a la empresa y donde él como ministro no tiene ninguna vinculación con Shell internacional ni ninguna decisión de él tiene ningún impacto sobre eso". Según Peña, Shell Argentina y Shell internacional son dos empresas distintas, sin vinculación entre sí.

Legisladores del Frente para la Victoria ya pidieron el paso al costado de Aranguren, pero Barletta es el primero que lo reclama desde un partido aliado a Macri. Y no sólo preside el comité provincial de la UCR (hasta que lo reemplace su sucesor, Julián Galdeano) sino que se considera el padrino político del presidente del comité nacional de la UCR, José Corral, el radical más macrista de Santa Fe.

En un diálogo por Radio Eme, Barletta admitió que estaba "enojado" por el caso de Aranguren que "es ministro de Energía y al mismo tiene acciones en una petrolera". "Yo nunca haría eso, jamás. Ahí, hay un conflicto de intereses. Uno no puede ser funcionario y de un área que está vinculada directamente en término de las medidas que uno debe tomar y al mismo tiempo estar del otro lado" del mostrador, advirtió.

-¿Usted le pediría la renuncia? -le preguntaron.

-Yo no tengo atribuciones para pedírsela, en todo caso es Macri quien debe pedirle la renuncia.

-Y si fuera su funcionario, ¿qué haría?

-No estaría (en mi gabinete). No, no. Cuando era intendente de Santa Fe me pasó algo parecido con un caso que no vale la pena recordar ahora y demoré cinco minutos en echarlo -precisó.

Barletta se confesó muy molesto por la supuesta "incompatibilidad" en la que incurrió Aranguren y que Macri no hubiera hecho nada para separarlo del cargo, al contrario, lo ratificó. "Estas cosas sí me enojan y tiene que tener resolución inmediata. Y si alguno me dice que soy un exagerado, le contesto que prefiero pecar de exagerado porque si hay algo que necesita la Argentina es ejemplaridad, demostrar que la gestión de lo público puede estar fuertemente asociada a la transparencia, a la honestidad, que la política no es el refugio de aquellos que sólo buscan intereses personales, enriquecimiento y todo lo demás. Entonces, es preferible equivocarse por exagerado que sostener una situación que a mi modo de ver no se debe sostener", argumentó.

Según el gobierno de Macri, "no hay incompatibilidad" entre la propiedad de las acciones de Shell y el rol de Aranguren como ministro de Energía. "La única restricción que impone la ley es que el ministro no puede tomar decisiones particulares sobre Shell, dado que esa empresa fue su anterior empleador". En su artículo 15°, la Ley de Ética Pública indica que los funcionarios deben "abstenerse de tomar intervención, durante su gestión, en cuestiones particularmente relacionadas con las personas o asuntos a los cuales estuvo vinculado en los últimos tres años o en los que tenga participación societaria".