Miércoles, 15 de noviembre de 2006 | Hoy
SANTA FE › CONMOCION POR LA MUERTE DE UN NIÑA VIOLADA
Una nena de cinco años, Daiana Sarasino, que agonizó cinco días después de ser violada y atacada con un objeto contundente que le destrozó la cabeza, murió ayer en el hospital de Niños de Santa Fe, cuando sus padres aceptaron que se desconecté el respirador artificial que la mantenía con vida y autorizaron la ablación de sus órganos. El caso conmocionó a los santafesinos, más aún al trascender detalles del martirio que sufrió hace ya dos años cuando fue víctima de otro ataque sexual.
Daiana fue encontrada el jueves a la noche en el patio de su casa, en el barrio Alfonso, en el cinturón de pobreza de Santa Fe, con signos de haber sido abusada y un fuerte golpe en el cráneo. Por el hecho está detenido un cartonero de 52 años, que solía frecuentar la casa de la abuelastra de la niña.
La madre de la pequeña la llevó al hospital de Niños, donde fue operada de urgencia y le informaron que presentaba signos evidentes de abuso sexual, además de fractura y hundimiento del parietal derecho y un hematoma cerebral. Una médica del nosocomio, Raquel Cociglio, explicó que la nena presentaba "un traumatismo grave cráneo encefálico" que comprometía seriamente su salud, por lo que fue internada en la sala de terapia intensiva.
Fuentes allegadas a la investigación judicial revelaron que la noche del ataque la mamá de la nena había salido con una amiga y dejó a sus hijos, entre ellos a la pequeña, a cargo de un vecino de 23 años, quien declaró ante la Justicia que vio merodear por los alrededores de la casa al cartonero que ahora está preso. Todas las personas que ese día estuvieron cerca de la criatura fueron demoradas por la Policía, pero el único que permanece detenido es el ciruja de 52 años, ya que se detectaron manchas de sangre en su ropa, cuyo origen aún no fue aclarado.
La pequeña estaba a cargo de su madre. Su padre había solicitado la tenencia ante el juez de Menores, pero sin éxito. Mariela, tía de la niña y hermana del padre, relató en público el martirio de su sobrina asesinada. Los padres estaban separados, por lo que Daiana vivió hasta el año y medio con su hermano, pero luego la tenencia pasó a la madre. Fue entonces cuando la niña comenzó a evidenciar signos alarmantes. "Llegaba con golpes, quemaduras de cigarrillos, muy sucia, sin bañarse y sabemos que vivía en malas condiciones con su mamá", reveló Mariela. "Yo quiero saber qué hacía la asistente social que el abogado de mi hermano mandaba a la casa de la nena porque él quería recuperarla y estaba esperando la citación del juez. Lo que ocurre es que él no tenía trabajo, está desocupado, trabajaba en una fábrica, pero hicieron reducción de personal y quedó afuera. Y ahora se dedicaba a hacer changuitas", dijo.
Mariela recordó al borde del llanto que "Daiana no quería volver a la casa de su madre. Ella lloraba mucho. Y ahora, nosotros no sabemos qué hacer, estamos impotentes. ¿En qué quedará todo esto?", se preguntó.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.