2 Ñuls: Villar; Mainguyague, Schiavi, Ré, Ansaldi; Pablo Pérez, Bernardello, Donnet, Lucero; Steinert y Salcedo. DT: Ricardo Lombardi.

1 Independiente: Assmann; Moreira, Báez, Matheu, Mareque; Machín, Calello, Fredes, Montenegro; Sosa y Denis. DT: Pedro Troglio.

Goles: PT 8' Steinert (N); 13' Montenegro (I); 40' Salcedo (N).

Cambios: ST: 8' Vangioni por Steinert (N), 10' Díaz por Machín (I); 25? Luna por Moreira (I); 29' Cobelli por Lucero (N); 39' Ramírez por Fredes (I); 40' Gaitán por Pablo Pérez (N).

Expulsado: ST 4' Ansaldi (N).

Arbitro:Rafael Furchi.

Cancha: Ñuls.

¿Cuál será la fórmula de este tipo? La pregunta rebotaba en cada metro cuadrado del estadio. La victoria se había consumado. Los diez jugadores que terminaron en cancha, más los suplentes, el expulsado Ansaldi y el cuerpo técnico formaron un núcleo. El festejo confirmaba que lo vivido ante Boca -el otro gran candidato- no fue obra de la fortuna. Ñuls volvió a levantar el fuerte que Marini hizo tambalear durante tantas y repetidas tardes. Y en medio de la alegría asomaba la diminuta figura del hombre apuntado como el padre del cambio.

Ñuls e Independiente entregaron un partido emocionante. Con llegadas por afuera, remates frente a los arcos y tres goles en los primeros cuarenta y cinco minutos. Y fue el equipo de Il Gran Caruso el que marcó la diferencia para quedarse con una victoria que lo saca del lugar más incómodo que le puede tocar a un equipo de primera división.

Comenzó mejor la visita. Montenegro era la bandera ofensiva del puntero del campeonato, y Denis la referencia dentro del área, para capitalizar cualquier desatención del rival. Por arriba, el rojo tuvo su primera posibilidad con un cabezazo de Matheu, tras un centro desde la derecha.

Ñuls, con otro espíritu desde la llegada del nuevo entrenador, respondió el primer golpe con una acción de Salcedo, y el posterior remate de Lucero que Assmann sacó al córner.

Por la izquierda, Ansaldi le ganaba el duelo a Machín y Moreira, cuando el ex Central doblaba la marca contra el lateral rojinegro. En una escalada punzante, aprovechó una carambola, llegó a la raya final y la cedió para que Steinert, sólo y con el arco desguarnecido, hiciera delirar a los 25 mil hinchas que colmaron el Coloso.

El dominio en el marcador duró menos de lo esperado. Cinco minutos después, Independiente resumió en una jugada uno de los mandamientos del fútbol: precisión y velocidad. El combo alcanzado por Montenergo y Denis -juntó defensores y tocó de primera- le permitió a Rolfi empatar el encuentro con un derechazo que venció la resistencia de Villar.

En el juego de las diferencias el partido no establecía quien llegaba como puntero y que equipo estaba en zona de descenso. Iban de un arco a otro. Pero el ritmo tenía algunas pausas ante la repetida caída de los jugadores por lesiones menores.

A cinco minutos del final de la primera parte, y cuando la búsqueda era menos intensa, se produjo el doble yerro en la guardia roja. Donnet llegó un segundo antes de la mala salida de Assmann y la pelota se elevó a pocos metros del arco, con Salcedo y Báez luchando cuerpo a cuerpo. El paraguayo tuvo un mejor despegue y Ñuls se iba a vestuarios con un triunfo.

El complemento se desnaturalizó para Ñuls ante la expulsión de Ansaldi. La nueva estudiantina del Colorado -pintaba para ser la figura de la cancha- obligó a redoblar esfuerzos. El nuevo plan de juego incluía más atención en defender, y atacar cuando el rival lo permitiese.

De allí en adelante, los técnicos comenzaron su propia batalla de movimientos. Punto en el que Caruso Lombardi le sacó un cuerpo de ventaja a su colega, porque los suplentes que Troglio mandó a la cancha no lograron desnivelar nunca a la bien parada defensa rojinegra, que contó además con una soberbia actuación de Schiavi y Villar. Dos acciones de Montenegro, fueron los intentos más destacados de Independiente en todo el segundo tiempo.