Aunque el vínculo con los inversores aún no fue formalizado, la dirigencia de Central cerró ayer la contratación del primer refuerzo: Hugo Morales. El ex Lanús, que la semana pasada rechazó a último momento el acuerdo alcanzado con los canallas, vestirá la auriazul por un año luego de que fracasaran sus intenciones de pasar al fútbol colombiano con un contrato en dólares. Anoche el jugador se reunió con los principales directivos del club en Buenos Aires, acordó su incorporación a préstamo y el lunes se integrará al plantel que comenzará la pretemporada. Pero la directiva va por más refuerzos. Y mientras se mantiene firme la posibilidad de traer al costarricense Paulo Wanchope, así como la llegada de Chelo Delgado, si se desvincula de Boca, se busca a un enganche, posición considerada prioritaria para Leonardo Astrada. Aunque por ahora, no trascendieron nombres. Vélez, por su parte, iniciará gestiones para comprar a Emiliano Papa, mientras River insistirá por el defensor Ronald Raldes.

La semana pasada Hugo Morales se había comprometido a jugar en Central por un año. Por tal, se lo esperaba el martes 6 para realizarse la revisación médica. Pero al momento de llegar al sanatorio avisó que se iba a jugar a Millonarios de Colombia, seducido por un supuesto mejor contrato.

Pero el jugador nunca viajó a Colombia. Y como tampoco recibió una nueva oferta de los canallas para que firme con el club, con el paso de los días el propio jugador se comunicó con los dirigentes para hacer saber su intención de firmar aquello que horas atrás se había negado. Los propios dirigentes, con Pablo Scarabino supervisando todo vía telefónica desde Alemania, desecharon la posibilidad de volver a negociar con el jugador por no haber cumplido con su palabra. Pero ante la insistencia de Astrada para incorporar al volante creativo, ayer el secretario Gonzalo Estévez viajó a Buenos Aires para retomar las conversaciones con el jugador y resolver su incorporación.

Morales realizará la revisación médica entre hoy y mañana y de superarla, como se espera, estará el lunes en Palos Verdes para iniciar la pretemporada junto a sus nuevos compañeros.

De igual modo la dirigencia busca, al menos, dos refuerzos más. El técnico quiere un delantero y un enganche. Para reforzar la ofensiva la semana que viene se empezará a negociar con el goleador de Costa Rica --ayer quedó eliminada del Mundial-- Paulo Wanchope. La gestión es liderada por Horacio Carbonari --defiende los intereses del grupo inversor que solventará la operación--, quien fue compañero del moreno punta en Inglaterra. Y para los primeros días de julio se disipará el futuro de Marcelo Delgado, que en caso de desvincularse de Boca probablemente volverá a jugar en Arroyito.

Otros clubes, que también buscan contratar nuevos futbolistas, pusieron los ojos en Central. En Vélez, por caso, Miguel Russo pidió a Emiliano Papa. La entidad de Liniers acaba de transferir a Leandro Gracián y ofrecería algunos miles de dólares por el zurdo volante. Pero es improbable que la oferta alcance los 2 millones de dólares que pretenden en Arroyito para desprenderse del jugador. Mientras que River vendrá por Ronald Raldes, que fue cotizado en 3 millones de dólares por los auriazules. En Núñez pensaron en el boliviano al confirmar ayer que el paraguayo Julio Cáceres acordó continuar su carrera en el Espanyol de Barcelona. River iba a comprar el pase del zaguero guaraní, pero la propuesta de los catalanes no hizo dudar al paraguayo.