Desde el carácter formal del concierto, el de esta noche a las 22 en el Teatro El Círculo obrará como la presentación oficial en Rosario de Ckayna Cunan, la obra con la que Peteco Carabajal ha decidido celebrar sus tres décadas de trayectoria. Sin embargo, hay un valor agregado a la recorrida que el notable compositor santiagueño realizará de los temas registrados en el primer disco de esa doble edición (el segundo lo encuentra interpretando viejos hitos junto a una selección de artistas invitados), y consiste en la presencia del bailarín Juan Saavedra, en lo que marca el regreso a escena de una sociedad artística antológica. "El pretexto sigue siendo la presentación del disco, pero esto ya ha cobrado otra dimensión con habernos juntado. En algo que ya tiene un buen peso como espectáculo, y que va ir creciendo, seguramente", sostuvo Carabajal en diálogo con Rosario/12.

Acompañado por Demi Carabajal, Juan Antuz y Daniel Patanchón, Peteco presentará el contexto musical sobre el que Juan Saavedra y su cuerpo de bailarines aportarán el arte de la danza. De esa manera, se repetirá una reunión que tuvo su último antecedente en 1990. "A partir de ahí nos encontrábamos cada tanto en algún festival y subíamos juntos para hacer uno o dos temas. Pero ponernos los dos en una misma idea, en un mismo proyecto, de eso hace mucho tiempo --destacó el músico--. Por eso para mí es muy importante estar con él, y sería muy lindo seguir adelante, porque hemos logrado algo importante desde el montaje de la danza, la música y el mensaje que se da a través de las letras".

Claro que durante el período en que trabajaron por separado solidificaron sus trayectorias hasta convertirse en exponentes indiscutibles en sus respectivas áreas, y así lo distinguió Carabajal: "Creo que estos quince años han servido para que cada uno de nosotros pudiera crecer muy fuerte en lo personal, cada uno con sus convicciones y con sus ideas sobre lo que hay que hacer. Eso hace que cuando me junto con alguien que también hace lo mismo no haya necesidad ni siquiera de hablar. O por ahí hablando un poquito ya está todo entendido, es como si hubiésemos ensayado estos quince años. Porque nos hemos juntado un par de veces a charlar nada más, nos hemos juntado en Santiago en la casa de Juan, yo iba y le proponía eso de que él me acompañe en la presentación del disco, pero que fuéramos más allá de la presentación. Pero lo hablábamos nada más. `En tal tema qué te parece si metemos esto o aquello`, le decía".

"Además él ya estaba trabajando los discos en los talleres para bailarines que da en todo el país, estaba internalizando, conociendo el disco, y fueron apareciendo ideas en los talleres --completó--. Así que fuimos hablando, tuvimos una sola noche de ensayo antes del Coliseo, nos hemos largado y en la función que hicimos el sábado 3 de junio terminamos en la plaza de enfrente con una marcha de bombos, violines y guitarras, con todo el mundo cantando y bailando. La gente estaba enloquecida. Y lo que se ha hecho en el escenario fue poder mostrar la libertad en todo sentido, porque la gente ha visto las danzas tradicionales, chacareras, zambas, gatos, escondidos, malambo de bombos y boleadoras, y todo eso compartiendo el movimiento".